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Da un paso al frente, tan largo como puede, alza el brazo derecho y del alma le sale la exclamación: “¡Sí, protesto!” Tanta es la energía que ha puesto en el compromiso de ser ya secretaria de la Función Pública, que Arely Gómez González causa una ovación del salón de sesiones del Senado.
Todos de pie. La gran mayoría aplaude. Los priistas son sus fans. El presidente del Senado, Pablo Escudero Morales (PVEM), quien le ha tomado la protesta, ríe complacido sentado en su escaño al centro de la mesa directiva, y mira a la senadora con licencia, a la apenas ex procuradora General de la República y en ese momento, las 12:50 horas, titular de la SFP, la que perseguirá corruptos, que alza los brazos, en ademán de júbilo y abraza al presidente de la Comisión Anticorrupción, Héctor Yunes Landa (PRI).
La funcionaria en traje azul celeste, deja el gesto serio, hermético que adquirió en la PGR, y agradece con abrazos la ratificación de su cargo, primero a la comitiva designada para acompañarla en el rito de investidura como integrante del gabinete presidencial. Es efusiva al abrazar a Joel Ayala Almeida, líder de la FSTSE; a Luis Humberto Fernández Fuentes (PRD), a Anabel Acosta (PRI).
Es única esa comitiva de protocolo parlamentario, por su número de 14 legisladores, entre ellos David Monreal Ávila (PT), quien votó en contra, sin embargo. Y se han integrado de manera espontánea a la fila de acompañamiento, los panistas Jorge Luis Preciado, Javier Lozano, Mariana Gómez del Campo.
Hace menos de una hora, Arely Gómez compareció ante la Comisión Anticorrupción, y allí sus colegas (es senadora con licencia) fueron –literal—muy dulces en sus abrazos, solicitación de fotografías, selfies, al final lo que fue una reunión para calificar su idoneidad en el puesto.
La Arely Gómez González de las 9:30 horas está rígida, concentrada en su papel de examinada, y a cada respuesta que ofrece hace hincapié en que emprendería acciones, políticas, programas, “si es que ustedes lo deciden”, y aunque ha vivido con ellos jornadas intensas de trabajo y se dispensan una mutua familiaridad, allí les habla de usted.
Muestra el molde de sus decisiones: No contratar amigos, sino a los mejores perfiles, sin miedo a que sean mejores que ella. Va delante de los senadores con los que está reunida. Por ejemplo les entrega su declaración de No Conflicto de Interés, antes de que se la pida Marcela Torres Peimbert (PAN).
Armando Ríos Píter le pide saber qué haría en los primeros 100 días en la SFP, y en reacción le dice que está de acuerdo en verlos en tres meses, y enseguida cada mes, revisar avances, identificar en que puede apoyar el Senado en elaboración de leyes. Su decisión es recuperar la confianza ciudadana. Y para eso sólo se tienen dos años.
El senador Héctor Yunes Landa, ufano, saluda la presencia de senadores, ajenos a la comisión, que se integran al diálogo: Emilio Gamboa Patrón, Pablo Escudero, María Elena Barrera, Itzel Ríos, Ismael Hernández, Miguel Romo, Luis Sánchez, Carlos Alberto Puente.
En la nueva temporada del Senado, la de sede actual, es la primera ratificación de un nombramiento presidencial en la que el priismo se vuelca en demostraciones de apoyo. Y sigue el ingreso de senadores del PRI: Angélica Araujo, Enrique Burgos, Manuel Cavazos, Jesús Casillas. Atentos escuchan es clave de trabajo de Arely Gómez: “No se trata de traer amigos”, y les dice que se propone una vez que rinda protesta, “terminar le cargo con la opinión que ustedes tienen de mí”.
Va con Emilio Gamboa a saludar las bancadas del PAN y PRD, donde más fans se suman a las felicitaciones de su nueva misión, y ya votada su designación con señalamientos previos de Manuel Bartlett (PT) de que “no atacamos a las personas, sino al Presidente (Enrique Peña por sus decisiones”, entra al salón de sesiones y avanza entre saludos cordiales del PVEM, entre ellos, ellos, Luis Armando Melgar, y la bancada del PRD, con Iris Vianey Mendoza, Isidro Pedraza y Fernando Mayans, y otros más.
Así fue el día en que la gran mayoría del Senado fue de fans de la Secretaria de la Función Pública.
lsm
