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Después de unos meses alejado de los reflectores, Manlio Fabio Beltrones, quien renunció a la presidencia del PRI en junio pasado, reapareció en un debate organizado por la corriente Galileos, del PRD, en el que coincidió con José Woldenberg, ex presidente del IFE, y el ex presidente del Senado, Roberto Gil (PAN), en la necesidad de cambiar el sistema presidencialista y pasar a gobiernos de coalición, así como segundas vueltas en la elección presidencial.
En un hotel de la Ciudad de México, el priísta reconoció que el sistema político está agotado y, por tanto, le preocupa la gobernabilidad del país, pues existe una fragmentación de la votación presidencial que reduce la cantidad de votos con los que los presidentes son electos. Advirtió que en las elecciones de 2018 es factible que cuatro candidatos tengan un cuarto de los sufragios, cada uno.
Dijo que ante esta situación, desde hace una década se ha planteado la idea de los gobiernos de coalición, que en los “viejos tiempos los que ganaban, ganaban todo y los que perdían, perdían todo y se dedicaban a fastidiar al que ganaba”.
El objetivo de la coalición “sería que los que ganen no ganen todo y los que pierden no pierden todo, pues tendrían la obligación de coaligarse o acordar lo que le conviene a este país, ante un sistema político agotado por esa fragmentación”, dijo.
Añadió que desde 1994 se ha reducido el número de votos con el que un presidente es electo. Pero a partir de 2000, muchas cosas se rompieron y por primera vez hubo un presidente de la República con 42% de la votación.
“Como en un cuerpo enfermo, la alternancia fue como aplicar una dosis de cortisona que enmascara la enfermedad y no la quisimos ver, estábamos perdiendo gobernabilidad. Las Cámaras no tenían una mayoría de una fuerza”, expresó.
Pero fue en 2006, afirmó Beltrones, cuando se rompió todo y empezamos a juntar pedacitos. “El drama de ese 1 de diciembre que no quisiéramos vivir nunca más, en el cual estuvo a punto de no protestar el entonces candidato triunfador, Felipe Calderón Hinojosa”, dijo.
“Después vino 2012 y no fue distinto, el candidato triunfador [Enrique Peña Nieto] lo hizo como partido político en el que yo milito por 32% de la votación. Sólo lo que fue producto de los aliados de manera electoral le dio cerca de 38%. Estaba señalada la falta de gobernabilidad, pero aquí la magia la hizo el talento de los políticos que pudieron realizar un Pacto por México”, destacó.
“Lo más probable que en 2018, sí hoy fuera ese día de las elecciones, tendríamos votaciones no en tercios, sino en cuartas partes. Hay algunos que andan buscando el cuarto polo, pero podría ser el cuarto polo porque podrían ser cuatro partidos que podrían tener un cuarto de la votación cada uno. Eso no abona a la gobernabilidad”, advirtió.
Ante Luis Felipe Bravo Mena, presidente de la Comisión Anticorrupción del PAN; Alejandra Barrales, presidenta nacional del PRD; Alberto Anaya, coordinador del PT, y el diputado federal Guadalupe Acosta Naranjo, el ex presidente del entonces Instituto Federal Electoral (IFE), José Woldenberg, dijo que las coaliciones se hacen por necesidad, pues advirtió que “no habrá partido político que tenga la mayoría y quien no quiera pactar [hacer gobiernos de coalición] hará una política testimonialista solamente”.
El ex presidente del IFE expuso que propuestas de gobiernos de coalición y la segunda vuelta tienen mucho sentido porque ayudarían a conjugar el máximo de representación de pluralismo con fórmulas para una mejor gobernabilidad.
“Lo que lograríamos es que cada fuerza política tendría un respaldo del voto recogido en las urnas”, dijo Woldenberg Karakowsky.
“Coincido con Beltrones de hacer de la segunda vuelta la guillotina, de tal manera que sea la primera elección gobierno de coalición y en segunda elección también gobierno de coalición”, dijo el senador Roberto Gil Zuarth.
“Los problemas apuntados no los vamos a resolver con la ley reglamentaria, no alcanza para atender los defectos del modelo y debemos ir inevitablemente a una reforma constitucional. Puede ser un buen momento para revisar el sistema presidencial y sustituirlo por uno más moderno y eficaz”, agregó.