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El destino del ex gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, dentro de su Partido, el Revolucionario Institucional (PRI), está por definirse, de acuerdo a lo declarado hoy por el dirigente nacional del tricolor, Enrique Ochoa, quien estuvo en Cancún para reunirse con la militancia, a la que expresó la intención de evitar que se repita lo ocurrido en Michoacán.
En entrevista, Ochoa Reza informó -sin acceder a proporcionar mayores detalles- que la solicitud para expulsar del PRI, a Borge Angulo, “sigue bajo análisis de la Comisión de Justicia Partidaria y cuando la Comisión de Justicia resuelva el caso, será de conocimiento público a través de medios de comunicación”.
El ex mandatario es acusado de permitir despojos de tierra en Cancún, Playa del Carmen, Tulum, Holbox e Isla Mujeres; una organización civil promovió en su contra, ante el Congreso de la Unión, una solicitud de juicio político por la venta de terrenos, propiedad del Instituto del Patrimonio Estatal (IPAE), a precios subvaluados para favorecer a amigos, familiares y políticos allegados a su círculo de poder.
El mismo día en que Borge Angulo se quedó sin fuero constitucional, al culminar su administración, esa misma organización –“Somos Tus Ojos”- presentó ante la Fiscalía de Justicia una denuncia por presunto enriquecimiento ilícito y peculado, en su contra, con elementos de prueba que dan cuenta de algunas de las operaciones presuntamente hechas por el joven ex gobernador, a través de prestanombres.
Sin dar espacio para cuestionarle sobre el caso del gobernador de Veracruz, Javier Duarte, quien pidió licencia para separarse del cargo hace dos días o para responder sobre las críticas que le lanzó el ex gobernador de Oaxaca, César Duarte –quien además le exigió convocar a una Asamblea- Ochoa Reza reconoció que uno de los errores que llevaron a la derrota del PRI, fue cerrarse y abandonar las causas sociales.
“Debemos tener las puertas abiertas con la ciudadanía y estar siempre cerca de las mejores causas de los quintanarroenses; debemos ser los priistas los primeros garantes en la transparencia y la rendición de cuentas de los gobiernos emanados del PRI.
“Debemos hacer un ejercicio crítico y autocrítico. Ese es el propósito de esta visita y de las visitas que seguiré haciendo al estado de Quintana Roo en los meses por venir; he establecido un compromiso con el priismo quintanarroense de estar cercano y construir juntos la unidad que el partido necesita”, expresó.
De frente a la militancia y con la ausencia del propio Borge Angulo y del senador, Félix González Canto, su dirigente nacional manifestó que el partido en la entidad debe transformarse, reconociendo la pluralidad de voces, para construir espacios de unidad, “porque la unidad hace a los partidos políticos invencibles”.
Compartió la anécdota de cómo le sentó la derrota del PRI en Michoacán y la resumió en cinco puntos.
Cuando habló del sentimiento de traición, una oleada de gritos -nombrando al dirigente estatal del PRI, Raymundo King, flanqueado por Jorge Emilio Martínez, senador del PVEM y Manuel Andrade, delegado del PRI en la entidad- sobrevino: “¡traidores!, ¡traidores! ¡Raymundo, traidor, vete!”, “ahí te hablan, Raymundo!”, “fuera Raymundo!”
Ochoa Reza prosiguió, para citar la frustración ante quienes –dijo- teniendo responsabilidad, “optaron por estar de brazos caídos” durante aquel proceso electoral; el enojo ante quienes “desaparecieron el día de la elección”, la desilusión y, finalmente, el fracaso.
“Luego de la derrota permanente, divididos y desilusionados, éramos fácilmente derrotables”, manifestó, para luego agregar, “que no pase lo mismo en Quintana Roo”.
Arropado por afiliados a la CROC y a la CTM, el dirigente convocó a la militancia tricolor, a no ver a las mujeres del PRI, como enemigas del partido.
“El enemigo está en el partido de en frente”, exclamó, lo que le valió la ovación de las diputadas federales, Sara Latife y Arlet Mólgora; de la diputada local, Leslie Hendricks; de la ex alcaldesa de Cancún, Magaly Achach; de la ex diputada local, Susana Hurtado, entre otras militantes.
“En esta etapa del partido, necesitamos a todas las generaciones del PRI. A los jóvenes de 73 y a los viejos de 24; unidos, podemos construir y reconstruir”, subrayó.
