La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) hizo un llamado para que no se recorte el presupuesto destinado a la salud, puesto que cada vez se destinan menos recursos para la ejecución de los programas prioritarios de prevención y atención médica; afirmó que todos los mexicanos tienen derecho a acceder a la “salud digna, universal y de calidad, con un abastecimiento óptimo”.

A través de un mensaje la Dimensión para la Pastoral de la Salud de la CEM exhortó a la Cámara de Diputados a escuchar todas las voces en contra del recorte presupuestal de este sector; pidió a las instancias de salud federal, estatal y municipal, ejercer el presupuesto de manera honesta y transparente a fin de brindar los servicios de salud a los mexicanos.

Indicó que con el recorte presupuestal propuesto para el próximo año se dejará de atender de manera eficiente los programas de vigilancia y control de enfermedades, lo que consideró como una “situación alarmante” ante la presencia de padecimientos como dengue, chikungunya, zika e influenza las cuales tienen un grave riesgo de incrementarse, en especial en zonas endémicas.

“Bajar la guardia conlleva el grave riesgo de propiciar un incremento alarmante de personas contagiadas por estas enfermedades transmitidas por vector; y ni que decir de las enfermedades prevenibles por vacunación y el combate contra las adicciones”.

El órgano colegiado que agrupa a más de 100 obispos del país enfatizó que el sector de la salud es fundamental y base de toda política social que genera equidad e igualdad, “éste se debe impulsar y promover, ya que cuando se carece de ella, se carece de todo”,por lo que expresó su preocupación ante la disminución de presupuestos que ha tenido este rubro en los últimos años.

“Esto se traduce, lamentablemente, en menos atención de mujeres embarazadas; menos cobertura en vacunas de nuestros niños y adultos; escasa atención en la prevención y cuidado de enfermedades que azotan a la población (diabetes, hipertensión, obesidad y sobrepeso, así como enfermedades infecciosas), falta de medicamentos y materiales curativos en centro de salud y hospitales”.

Expresó que la enfermedad no sólo provoca la la pérdida del bienestar físico, psicológico y social, sino que también “remolca consigo la tranquilidad, armonía y paz de la familia a la que inhabilita directamente en su economía, e incrementa la criminalidad”.

“Por este motivo la Dimensión para la Pastoral de la Salud, como parte de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Iglesia Católica en México, hace un llamado y se une a la campaña de las organizaciones e instituciones en defensa del respeto al presupuesto en la salud de nuestro país. Es un derecho de todos los mexicanos acceder a la salud digna, universal y de calidad, con un abastecimiento óptimo”, señaló.

Destacó que los países en vías de desarrollo, como México, tienen áreas importantes que deben atenderse, pero que requieren incrementar sustancialmente el soporte económico necesario para evitar el avance de la pobreza y la desigualdad social.

“Vale la pena destinar recursos a la salud pública en México, ya que será para el mayor bien de nuestros ciudadanos, pues incluso quienes hoy gozan de buena salud, algún día recurrirán a los servicios sanitarios; por ello estamos convencidos de la importancia de la salud preventiva”.

jram

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