Andrés Manuel López Obrador declinó “identificar” quién es el burro y quién es la vaca que, según el nuevo spot de Morena, en determinado momento postularía la “mafia del poder”, para ganar elecciones mediante la compra de votos.

“Je je je, pues ahí se los dejo de tarea, con todo respeto a los burros y a las vacas”, expresó el tabasqueño, al tiempo de señalar que la idea de este mensaje surgió de la novela satírica  “La rebelión en la granja”, de George Orwell.

“Son fulanos y menganos”, comentó López Obrador, sin dar más pistas sobre el spot. Sólo agregó que lo hacen los dos (PRI y PAN), pues argumentó, “no voy a decir más porque a lo mejor nos van a censurar”.

El presidente nacional de Morena dictó una conferencia ante unas 250 personas en el club Palestino Libanés. Al final comió en privado con el empresario, Alfonso Romo Gaza.

Interrogado sobre el “ofrecimiento” del gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, de ser su coordinador de campaña si regresa las prerrogativas que ha recibido, y se convierte en candidato presidencial independiente, López Obrador le recomendó que se aplique a gobernar para resolver los problemas del estado, porque “la gente está muy decepcionada, creó expectativas de que iba a haber un cambio y no se ven los resultados”.

Citó que el problema de la inseguridad está repuntando después que se habían logrado avances durante la anterior administración. Para ello le sugirió que le dé importancia al tema y se reúna todos los días con el gabinete de seguridad.

Le pidió además que resuelva el problema de la contaminación y el desorden en las construcciones. Ofreció que de ganar las elecciones en 2018, y si Jaime Rodríguez continúa como gobernador, desde la presidencia apoyaría a Nuevo León.

Evitó comentar sobre el video en el que El Bronco, en una parodia del duelo coplero entre Pedro Infante y Jorge Negrete,  le pide “renunciar” a sus aspiraciones, pues dijo, no quiere echarle más leña al fuego, ya que todos saben lo que pasa en Nuevo León con el nuevo gobierno independiente.

  Se ha vuelto deporte nacional pegarle a Peña

“Está como Peña Nieto, ya se volvió deporte nacional pegarle, ya hasta los que le quemaban incienso lo están convirtiendo en chivo expiatorio, lo tienen como el payaso de las cachetadas, ya cualquiera lo ningunea y eso no me gusta”, dijo el político tabasqueño.

Agregó que aunque el presidente merezca ese trato, “no debe socavarse la institución presidencial, no nos conviene que vengan del extranjero a menospreciarnos”. Por eso, dijo, no hay que meternos en la política de otros países y respetar el principio de la no intervención, porque “Peña cometió ese error de meterse a opinar sobre la política electoral de Estados Unidos, y ahora todos los días el candidato republicano Donald Trump y la señora Clinton del Partido Demócrata, opinan” de los asuntos de México.

Por eso en ese tema, nosotros tenemos que actuar con prudencia, para que haya respeto a México, sobre todo respeto a su pueblo y a las instituciones.

Previamente, en su mensaje a los asistentes al Palestino Libanés, López Obrador, ofreció no combatir, sino erradicar la corrupción, en caso de ganar la presidencia en 2018. Reformaría el artículo 108 de la Constitución que impide procesar al presidente en funciones por actos de corrupción,  y gobernaría con el ejemplo, para poder exigir lo mismo a gobernadores, alcaldes y a todos los servidores públicos.

Cuestionó, cómo podría el presidente Peña Nieto reclamarle a Jaime Rodríguez, gobernador de Nuevo León, “oye,  compraste carísimas las cobijas, si éste le podría responder, si tú estás robando más”.

Dijo que los países donde no hay corrupción, son también aquellos donde no hay pobreza ni violencia, y además existe democracia. En ese sentido ofreció que no buscaría la reelección, sino que trabajaría el doble para hacer en seis años, lo que otro presidente haría en doce años.

Además, expresó, gobernaría con austeridad, pero aplicada al aparato burocrático, no al gasto social como han venido haciendo los últimos gobiernos.

  Retoma propuesta de Constitución Moral

Comentó sin embargo que el problema de México no se limita a lo material, pues hace falta fortalecer los valores. Ahí prometió establecer entre todos una Constitución Moral, que promueva el amor por la familia, por la naturaleza, por la patria y por el prójimo. “Internalizar que sólo siendo buenos, podemos ser felices”. Van a decir que esto es mesianismo, que no corresponde, “pero el propósito de la política es procurar la felicidad”.

López Obrador señaló que su gobierno también sería de respeto absoluto a los derechos humanos, de buscar a los desaparecidos hasta encontrarlos, ayudar a los familiares de las víctimas y hacer justicia, sin importar quiénes son los responsables, pues no resulta nada agradable que la señora Clinton haya dicho ya dos veces que si ella gobernara en el país no dejaría de buscar a los estudiantes de Ayotzinapa, como si ella supiera qué ocurrió con ellos, y el gobierno de Peña estuviera ocultando la verdad.

Agregó que los gobiernos de Calderón y Peña convirtieron al país en un cementerio, con un millón de víctimas entre los que murieron o están desaparecidos, por eso, expresó, casos como el de Ayotzinapa se deben aclarar y llegar hasta las últimas consecuencias, pues aún si estuviera implicado el Ejército, el pueblo de México está por encima de los militares.

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