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”Dicen que soy extraordinario, pero no me considero así. Hago lo que tengo que hacer”, dijo emocionado el profesor José Castañeda Ochoa, uno de los 11 docentes que obtuvieron el premio ABC 2016: Maestros de los que aprendemos, que entrega la organización Mexicanos Primero para reconocer el trabajo de quienes inciden en la vida y el futuro de sus alumnos a través de la educación.
El premio fue entregado a docentes del Estado de México, Chihuahua, Puebla y Yucatán, quienes “se caracterizan por ser agentes de cambio, perseverantes, mantener altas expectativas en sus alumnos y hacer equipo para desplegar el talento de sus estudiantes”.
En la novena edición del reconocimiento el presidente de Mexicanos Primero, Claudio X. González, pidió “abrazar el cambio”, porque ésta es la generación de maestros que tiene la oportunidad de crear la “era de la excelencia magisterial”.
“Los necesitamos más que nunca en la coyuntura que enfrentamos. Mientras algunos se manifiestan con lujo de violencia y mal ejemplo, en contra del cambio para defender intereses aviesos; otros, de manera silenciosa, comprometida y tenaz sirven, y sirven más a sus alumnos y comunidades”.
Los ganadores obtendrán una beca completa para estudiar un diplomado en línea sobre liderazgo y calidad de competencias, una computadora personal, una biblioteca educativa y una estancia para estudiar en el extranjero.
El profesor Castañeda, originario de Ciudad Juárez, Chihuahua, enseña la materia de Español en secundaria. Con experiencia de 26 años, platica que pudo obtener su plaza apenas hace 16 años y cuenta, orgulloso, que se la ganó a base de su trabajo y esfuerzo, “no le debo nada a nadie”.
El motivo por el cual Mexicanos Primero lo reconoció este año fue por el proyecto Mochila Click, una página de internet que desarrolló para apoyar a sus alumnos rezagados.
El maestro da clases a 400 alumnos cada ciclo escolar, en grupos de hasta 60 adolescentes, por lo que no tiene oportunidad de darles atención personalizada. Reconocido por sus estudiantes como un maestro estricto y exigente, José Castañeda diseñó este sistema con la idea de disminuir el grado de reprobación y deserción de los estudiantes, interesándolos en algo que para ellos es natural: las redes sociales.
“Me gusta ser maestro porque me gusta contribuir con los padres de familia a hacer unos futuros ciudadanos que puedan proyectarse en una vida que los realice, que los haga plenos. Yo todavía no estoy conforme con lo que tengo, tengo muchas cosas pendientes y espero que la vida me alcance. Esos sueños espero que los tengan mis alumnos. Que no se queden con lo mínimo. Nos han educado en lo mínimo, empezando con el salario. Y eso no me gusta, me gusta soñar a lo grande”, expresó.
