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La música de vallenato del colombiano Carlos Vives llegó hasta una secundaria de la Ciudad de México para entregar 20 mil dólares en instrumentos musicales a los integrantes de la Banda de Música Técnica 31.
Tocando su canción de moda con la banda de la escuela, uno de los músicos latinoamericanos más famosos se hizo presente en la Secundaria Técnica Número 31 Ingeniero Roberto Medellín Ostos, de la delegación Venustiano Carranza, y tuvo como princial testigo de ese “concierto”, al titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño.
Los alumnos lo recibieron con gritos, porras y aplausos. Llegó a la escuela como parte del programa Latin Grammy en las Escuelas, de la Fundación Cultural Latin Grammy y la Ford Motor Company Fund, cuyo objetivo es conectar a estudiantes de música con profesionales de la industria, así como brindar apoyo a instituciones educativas con limitaciones financieras en sus departamentos de música y promover la educación de este arte en niños y jóvenes latinoamericanos, caribeños y de países de habla hispana.
La fundación lleva a músicos profesionales e ingenieros de sonido a visitar instituciones educativas para que compartan con los alumnos sus anécdotas y experiencias y les hablen de la importancia de la educación.
Los estudiantes lo recibieron con gritos y porras en el patio de su escuela, en el cual Vives permaneció por cerca de dos horas.
Convivencia. El cantante colombiano explicó a los adolescentes en qué consiste el género vallenato y los orígenes populares e indígenas de los instrumentos con los cuales se toca la cumbia en su país.
El artista también les habló de la influencia que ha tenido en su vida la cultura mexicana: desde los corridos a los héroes de la Revolución de 1910, hasta las composiciones del guanajuatense José Alfredo Jiménez. Inclusive, con un marcado acento costeño, cantó un fragmento del corrido del Caballo Blanco.
“Los colombianos queremos mucho a México. A mí me gustaba que me contaran historias y los corridos mexicanos siempre me cuentan historias. Yo crecí escuchando a José Alfredo [Jiménez] y le tengo mucho cariño a los músicos mexicanos”, dijo.
Los chicos emocionados gritaban y registraban con sus teléfonos celulares cada momento del encuentro, en lugar de bailar cuando el colombiano tocó una pieza de vallenato, “¿están dormidos?”, los acusó.
Les habló de cómo lo más importante es seguir su vocación y hacer el trabajo para servir a los demás, en lugar de buscar la fama.
“Preferiría no ser tan famoso, no quise cantar ni ser músico para ser famoso. Eso me ha venido después, uno tiene que hacer las cosas porque las ama y las siente, porque las lleva en el corazón y las quiere hacer. Si vas a ser médico, es porque te gusta la medicina, no porque vas a ser famoso, sino porque vas a ayudar a la gente. Con el músico, con el cantante pasa igual: nuestro trabajo es para servir a la gente”, les explicó Vives.
Para alcanzar sus sueños, les aconsejó, lo más importante es que se cultiven y estudien, que se esfuercen y trabajen por sus comunidades: “Lo más importante es que se cultiven, se quieran, valoren su herencia y su identidad. Lo más importante es que somos primero gente. Cultivémonos con nuestra educación. Nosotros salimos adelante con nuestra educación. Eso no es fácil pero es el camino para seguir nuestros sueños”.
Uno de los momentos más conmovedores fue cuando, hacia el final del encuentro, la orquesta escolar interpretó el tema La bicicleta, que Vives canta originalmente acompañado de Shakira. El auditorio estalló en aplausos y el cantante reconoció el esfuerzo de los jóvenes.
La sorpresa llegó unos minutos más tarde, cuando el colombiano pidió a la profesora Luz del Carmen Pastor que dirigiera nuevamente a la orquesta juvenil, esta vez él los acompañó e interpretó la canción a su lado.
En los últimos años el programa Latin Grammy en las Escuelas ha llevado a músicos como Miguel Bosé, Juanes, Natalia Lafourcade y Ricky Martín a instituciones de España, Chile, Argentina, Colimbia y Estados Unidos.
