Washington.— El Cártel de Sinaloa, liderado por los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, lucha contra el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) por el reino de la heroína de Estados Unidos, un territorio antes dominado por las bandas colombianas que ha pasado a manos mexicanas, según un portavoz de la DEA.

El Cártel de Sinaloa sigue siendo una de “las mayores amenazas” para Estados Unidos, debido a que el tráfico de heroína se ha incrementado a pesar de la captura de El Chapo y a la posibilidad de que sea extraditado a territorio estadounidense, según destacó uno de los portavoces de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA), Russell K. Baer.

“El Chapo puede estar en custodia y puede que haya sido sacado de su liderazgo, pero sus hijos están muy envueltos en la actividad criminal del cártel”, aseguró Baer.

El agente de la DEA señaló como cabecillas de una de las facciones del Cártel de Sinaloa a dos hijos de El Chapo: Iván Archivaldo Guzmán, conocido como El Chapito, y Jesús Alfredo Guzmán, alias El Alfredillo, quien en agosto fue secuestrado y luego liberado por el Cártel Jalisco Nueva Generación.

Según el agente de la DEA, el CJNG “está empujando y en algunas ocasiones ha llegado a enfrentarse con el Cártel de Sinaloa en Estados Unidos, aunque el grupo criminal de El Chapo es el que más droga circula por el EU.

Así, la lucha que esos cárteles libran en México se vive también en Estados Unidos, donde el Cártel Jalisco (una escisión del Cártel de Sinaloa surgida en 2010) ha aumentado su riqueza, influencia y capacidad para traficar con drogas.

En los últimos años, según la DEA, los cárteles mexicanos ocupan los lugares que detentaron el Cártel de Medellín y el Cártel de Cali.

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