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Han pasado siete meses desde que Elisa Bonilla Rius regresó a la Secretaría de Educación Pública (SEP), en esta ocasión como directora de Desarrollo Curricular.

En estos meses, la especialista en educación, materiales educativos y libros para niños y jóvenes ha tenido que responder a los ataques de grupos conservadores, que pretenden se hagan cambios en la manera en que la dependencia federal aborda la educación sexual e incluir estas modificaciones en los nuevos libros de texto gratuitos que se repartirán para el ciclo escolar 2018-2019.

Académicos consultados por EL UNIVERSAL que trabajaron con ella cuando fue asesora de la SEP en los foros de 2014, previos a la construcción del modelo educativo para nivel básico, explicaron que Elisa Bonilla no mostró una postura conservadora, pero no progresista. Coincidieron en que es una persona institucional que, al trabajar con la SEP, respondería a los intereses políticos de esta institución en cuanto al contenido de los libros de texto, más que a un caso de sesgo ideológico.

“Yo no la consideraría una persona de derecha, a favor de que no haya información sexual en los libros, tampoco sería una militante de esa causa. A mí me parece que es una persona que va a calcular políticamente lo que conviene. Más que pensar en ella por sus convicciones en materia de tratamiento educativo, va a poner sobre todas las cosas el interés político.

“Ha trabajado con el PRI, con el PAN. Sabe de libros de textos y materiales educativo, tiene experiencia. No creo que sea una persona de ultraderecha, tampoco es muy progresista”, señala Lorenzo Gómez Morín, quien fue jefe de Bonilla como subsecretario de Educación Básica de la SEP en el sexenio de Vicente Fox.

Explica que integrar en los libros de texto posicionamientos sobre la diversidad sexual o que la educación sexual se dé completamente en casa, es responder a los intereses políticos de grupos con ideologías definidas en lugar de privilegiar el derecho de los niños para estar informados.

“Los niños están aprendiendo a controlar sus emociones, a entender los cambios en su cuerpo. La educación lo que le tiene que dar son indicaciones de que lo que le está pasando es un proceso normal del desarrollo del ser humano. La definición de su aparato reproductor como parte del sexo masculino o femenino, lo cual no significa que rechace hacia el futuro si quiere tener una relación con personas de su mismo sexo.

“El poner las cosas como son y lo que es un hecho científico, es lo que tiene que hacer un libro de texto. Hay personas que no quisieran que se tocara ni siquiera eso, hay grupos muy conservadores que quisieran que se tomara en casa; como hay otros grupos que dicen que les tienes que enseñar todo y decirles todo sobre todos los tipos de relaciones. Esos extremos no están poniendo la integridad de la infancia en primer lugar, sino su agenda política”, dice.

Trayectoria. Matemática por la Universidad de Cambridge y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la década de 1980 Elisa Bonilla Rius fue investigadora de los departamentos de Investigaciones Educativas y Matemática Educativa del Cinvestav. Hasta 2015 se desempeñó como directora de Fundación SM en México. En 2014, junto con 14 destacados académicos y expertos en educación como Alberto Arnaut, María de Ibarrola, Manuel Gil Antón y María Concepción Barrón, asesoró a la SEP como parte del Consejo Técnico Asesor durante la realización de los Foros de Consulta para crear un nuevo modelo educativo en nivel básico.

En febrero pasado, el titular de la Secretaría de Educación Pública, Aurelio Nuño, la nombró al frente de la Dirección General de Desarrollo Curricular de la dependencia, al reconocer, “su trayectoria como impulsora de políticas públicas para el fomento de la lectura, la circulación del libro en países de habla hispana y la existencia y buen funcionamiento de las bibliotecas escolares”.

Como directora general de Materiales Educativos, de 1993 a 2007, participó en el diseño de los libros de texto gratuitos que se utilizaron en la década de 1990 y enfrentar el reto de cómo abordar el tema de la educación sexual en ellos. De hecho, le tocó participar de los cambios de los textos de Ciencias Naturales de 1998, cuando por primera vez en los libros para quinto grado se incluyó el tema de la educación sexual.

Esos libros representaron un quiebre con las organizaciones conservadoras porque se cambió la forma en la que se abordaron algunos conceptos en el lenguaje: por ejemplo, a los órganos sexuales antes de ese año se les decía “aparato reproductor”.

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