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Más de 18 millones de dólares y más de 26 millones de euros se perdieron por las aeronaves caídas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en las operaciones de lucha contra el narcotráfico.
Durante los últimos 10 años, las unidades de la Sedena fueron blanco de accidentes y ataques con arma de fuego que hasta ahora han dejado a 59 muertos.
Información obtenida vía la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública por EL UNIVERSAL reveló que de 2006 a 2015, en el marco de las acciones de lucha contra el narcotráfico, la Sedena perdió 56 elementos y 18 millones 312 mil dólares en las aeronaves caídas, además de 26 millones 938 mil 100 euros tan sólo por el helicóptero derribado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en mayo de 2015.
Durante ese periodo, de 14 siniestros, 12 han sido por accidentes y dos agresiones con arma de fuego.
El suceso más caro para la Sedena por el costo del equipo que se perdió ha sido el ataque perpetrado por el Cártel Jalisco Nueva Generación al helicóptero derribado en mayo de 2015, ocurrido en las inmediaciones del municipio Villa Purificación, Jalisco, cuyo saldo fue de ocho militares, ocho miembros de la delincuencia y un integrante de la Fiscalía de esa entidad, muertos.
El helicóptero derribado se trataba de un Cougar EC725 que está valuado por la dependencia en 26 millones 938 mil 100 euros, y fue adquirido en 2010, de acuerdo con el documento que fue proporcionado.
Esa cantidad difiere de la señalada en el documento Adquisición de Aeronaves, Armamento y Vehículos adquiridos por la Sedena en el periodo 2006-2016, publicado por la dependencia en su portal electrónico, puesto que indica que durante 2010 fueron adquiridos tres helicópteros de ese mismo modelo, uno de ellos costó 13 millones 956 mil 250 euros; el otro, 8 millones 979 mil 366.67 euros, y un tercero valuado en 27 millones 912 mil 500 euros.
La otra aeronave derribada por agresión con arma de fuego fue un helicóptero Bell 206, transferido a la Sedena por la Procuraduría General de la República (PGR) en 2007, por lo que el documento no revela el costo, al no tratarse de una adquisición de la dependencia. Ahí falleció un militar el 28 de abril de 2012.
Según el registro, la aeronave fue blanco de una agresión de arma de fuego el 28 de abril de 2012 en el estado de Sinaloa.
De los accidentes, cuatro ocurrieron entre febrero y junio de 2007 en los estados de Tamaulipas, Sinaloa, Chihuahua y Sonora.
Tres de las unidades caídas, aviones C-182, fueron adquiridas en 1999 y tuvieron un costo de 227 mil 757 dólares, y la otra, un helicóptero Bell 212, en 1990, por un costo de 3 millones 774 mil dólares; por cada siniestro fallecieron tres elementos de la Sedena.
El 18 de abril de 2008 otro accidente en un helicóptero Bell 212, con un valor de 3 millones 774 mil dólares, adquirido en 1989, cobró la vida de 12 elementos en Michoacán.
Dos accidentes ocurridos en 2009 en Michoacán y Guerrero tuvieron como saldo cuatro muertos. El primero se trata de un avión C-182, adquirido en 1999 por 227 mil 757 dólares, cuya caída se registró el 2 de octubre de 2009 dejando como saldo tres muertos; y el otro se trata de un helicóptero Bell-212, cuya compra en 1989 fue por 3 millones 774 mil dólares y se cayó en Guerrero el 23 de diciembre de 2009 teniendo como saldo un militar muerto.
En 2010 se registraron tres accidentes: uno del 19 de junio a bordo de un helicóptero Bell 412 transferido a la Sedena por el gobierno de Estados Unidos en 2009; en él murieron 11 elementos en el estado de Sinaloa. Luego cayeron dos aviones, el AN-32 B, adquirido en el año 2000 por un millón 850 mil dólares, en el que el 24 de noviembre de 2010 en Nuevo León fallecieron cinco elementos; y el C-182, adquirido en 1999 por 227 mil 757 dólares, caído en Chihuahua el 22 de diciembre de 2010, en el que murió un soldado.
Durante la presente administración se han registrado tres accidentes aéreos, dos de ellos en enero de 2014 en Puebla y Tamaulipas.
En Puebla se trató de un avión C-182 adquirido en 1999 por 227 millones 757 mil dólares que tuvo como saldo un muerto y en Tamaulipas, un helicóptero Bell-212 adquirido en 1990 por 3 millones 774 mil dólares que dejó también un fallecido.
El último accidente que afectó a la Sedena se trató de un helicóptero tipo Agusta de la Fuerza Aérea Mexicana caído el 1 de julio pasado, que se desplomó en el poblado de Ozumba de Alzate, en el Estado de México, y tuvo como saldo tres muertos.