alberto.morales@eluniversal.com.mx
El senador Armando Ríos Piter (PRD) afirma que el Senado debe tener una voz contundente y llenar el enorme hueco que dejó el escándalo por la visita de Donald Trump. “Sigue en esta actitud excesivamente violenta en sus formas y acciones, un tanto locas, cuando dice: me fue tan bien que quitaron a quien me invitó [Luis Videgaray, ex secretario de Hacienda].”
¿Estamos frente a una crisis diplomática tras la visita de Trump?
—Fue un error histórico, difícilmente se le podrá quitar esa percepción a la gente. Fue una decisión mal tomada por parte del presidente Enrique Peña Nieto.
Al hablar de la renuncia de Videgaray, ¿no lo hace en un tono de burla?
—Él [Trump] se mofa porque ve que esto le genera simpatías en el proceso electoral.
El presidente justifica que con el tiempo se entenderá su decisión, desde el Senado ¿cómo corregirán este error?
—Por parte de nosotros y de los grupos de la sociedad civil hemos trabajado una iniciativa para tener una respuesta muy puntual de parte del Estado mexicano, donde se indica que no vamos a pagar ni un solo peso por obra pública que, por insistencia de gobierno extranjero, vaya en contra de los intereses de los mexicanos; si Trump dice que va a acabar con el TLC, que le significa 15 % del PIB a nuestro país, hay que dejarle en claro que también Estados Unidos se beneficia de una relación bilateral. En caso de que Trump llegue a la presidencia y decida acabar de manera unilateral con el TLC, nosotros también tendríamos que revisar los tratados y acuerdos con Estados Unidos.
Si la canciller no conocía este encuentro y fue gestionado por Luis Videgaray, ¿Ruiz Massieu todavía es una interlocutora válida?
—Quien lleva las relaciones exteriores es la canciller, si alguien se mete y comete un error garrafal de este tipo, por mínima dignidad, tendría que haber una renuncia con carácter irrevocable. [Ruiz Massieu] queda como una secretaria disminuida.
¿Cuál es la voz del Senado en esto?
—El Senado debe tener voz contundente, llenar el hueco que dejó la reunión del miércoles negro con una visión de Estado, en la cual espero que participen todas las fuerzas políticas, porque esto no tiene que ver con partidos. Lo que tenemos que entender es que esta no es una posición partidista. La dignidad de los mexicanos se puso en juego.
¿Se siente traicionado por el Ejecutivo?
—Fue una traición al país.