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Expertos y políticos de oposición criticaron la visita de Donald Trumpa a México.
El ex canciller Jorge Castañeda calificó la visita como “redonda” puesto que se presenta ante el electorado casi como jefe de Estado, recibido por el presidente de un país importante sin cambiar sus posturas ni retractarse de los insultos a México.
Coloca a la candidata demócrata Hillary Clinton en una postura difícil, puesto que si viene será vista como siguiéndole los pasos a su oponente y si no viene, también se vería mal.
“No pide perdón, no se retracta de sus posturas que involucran a México. Esto es algo que no se acostumbra (las visitas de los candidatos) nadie entiende por qué es necesario que ahora viniera Trump después de un año de silencio del gobierno de México. En todo caso, si el presidente tenía algo que decirle, en cualquier viaje a Estados Unidos pudo haber buscado a Trump y a Clinton para que no haya esta asimetría”, externó.
Dijo que la estrategia del gobierno es inexplicable y no se entiende que sea sólo “el diálogo por el diálogo”, no quedan claro los objetivos de la reunión y dejan la impresión de que la visita del empresario neoyorquino tomó por sorpresa al Ejecutivo.
“Le hizo el caldo gordo a Trump y yo no veo que el país haya ganado absolutamente nada”.
Para José Luis Valdés Ugalde, del Centro de Investigaciones Sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM, el gobierno debió hacer un planteamiento firme y un rechazo a los comentarios del empresario; tampoco debió recibirlo de manera “tan improvisada” y de acuerdo con la conveniencia del empresario.
“Ahora se corre la posibilidad de que Hillary Clinton no quiera venir. Fue innecesario y absurdo. México no gana nada, no se obtuvo ningún resultado: no se pronunció sobre el discurso agresivo de Trump hacia los mexicanos, que el muro es inviable, no mandó a Trump de regreso con la cola entre las patas, no hizo política bilateral e hirió las sensibilidades del Partido Demócrata”.
Para el Investigador de la División de Estudios Internacionales del Centro de Investigación y docencia Económicas (CIDE), Jorge Chabat, el encuentro puede explicarse desde la necesidad de establecer un puente de comunicación entre México y quien pudiera convertirse en el próximo presidente estadounidense.
Iliana Rodríguez Santibañez, directora del Departamento de Derecho y Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey, opinó que la visita de Trump se puede tomar como una estrategia de contención del gobierno federal, pues Trump podría llegar a representar al socio comercial más importante de México.
Cónclave sin éxito. El presidente del PAN, Ricardo Anaya, aseguró que quedó consumada la humillación al pueblo mexicano.
“Vino a insistir con la torpe idea de construir su muro, debimos haberle dicho en su cara: ‘señor Trump, los mexicanos tenemos dignidad y usted no es bienvenido a México. Discúlpese y váyase’. Esto es inaceptable”.
La aspirante del PAN a la candidatura presidencial y ex primera dama, Margarita Zavala, lamentó las expresiones de Trump, así como la visita, la cual calificó como innecesaria.
La presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, la panista Gabriela Cuevas, dijo que “no se invita a quien ha insultado una y otra vez a México”, haberlo citado “es rescatar a alguien que empieza a agonizar en las encuestas".
El líder de los senadores perredistas, Miguel Barbosa, anunció que su partido someterá la próxima semana un punto de acuerdo para que el Senado declare a Donald Trump como non grato en México.
Enrique Ochoa Reza, presidente nacional del PRI, apoyó al Ejecutivo y afirmó que respalda “de manera categórica que México no pagará, ni construirá muro alguno en la frontera con Estados Unidos”.
