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Karla Janet Hernández Raymundo era cadete del Heroico Colegio Militar. Pertenece a la primera generación de mujeres que egresan de la carrera de armas, requisito indispensable para llegar a ser general del Ejército, pero no se conforma con ello, desea trabajar y competir para llegar a ser la primera secretaria de la Defensa Nacional.

Ayer se graduó con honores, es oficial de mando y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) le otorgó un puesto de trabajo. La próxima será la primera quincena en la que cobra un sueldo y empezará a trabajar para servir a México y a la población, porque esa es su vocación.

En entrevista con EL UNIVERSAL, la joven dice: “Tengo 22 años, me gradué como subteniente de Artillería y vivo en Oaxaca. Nací en Mazatlán, pero nos mudamos cuando yo era muy chica por el trabajo de mi papá, él es sargento segundo de transmisiones”.

Karla es el orgullo de sus padres, obtuvo grado de oficial por haber estudiado en el Colegio Militar a nivel licenciatura. Superó a su papá tres niveles en el Ejército, él es elemento de tropa.

“Estudié en escuelas públicas del centro de Oaxaca. De niña no tuvimos lujos, pero tampoco nos faltó nada, se podría decir que éramos de escasos recursos, y cuando estaba en la secundaria llegaron unos militares a la escuela para darnos pláticas de la Escuela del Aire.

“Al graduarme del Cebetis busqué en las facultades del Ejército, ahí está Medicina, Odontología, Enfermeras, Ingenieros, pero nada me llamó más la atención que el Colegio Militar. Yo dije: ‘Wooow, de ahí son los Niños Héroes’”, relata la joven.

Del Colegio Militar egresan los futuros oficiales o mandos de las diferentes armas del Ejército: Infantería, Caballería, Artillería, Zapadores, Arma Blindada, Servicio de Intendencia y próximamente Policía Militar.

Una de las cosas que llamó la atención de Karla fue el servicio del personal. “Veía que los militares ayudan a la gente en los desastres naturales y quería ser como ellos. Ahora estoy muy feliz. Ahora miro hacia atrás y repaso todo lo que he hecho, lo que he pasado para llegar aquí”.

Antes, las mujeres sólo eran aceptadas en el servicio de intendencia, carrera técnica especializada en el abastecimiento de todo lo necesario para cualquier misión, y aunque Karla quería formarse como artillera —igual que el adolescente héroe de Independencia Narciso Mendoza—, no fue aceptada, hasta que cambiaron las reglas y por primera vez ingresaron mujeres en la carrera de armas.

“Cuando nosotras ingresamos a la carrera de armas aprendimos todo. Era un mundo nuevo que íbamos a explorar porque éramos las primeras mujeres en esa carrera, fue muy divertido. Entre nuestras materias llevamos topografía, observación avanzada y central de tiro. Cuando pasó el tiempo nos dimos cuenta de que lo que hagamos o dejemos de hacer iba a afectar a las mujeres que vienen atrás; fue cuando descubrimos que tenemos una gran responsabilidad”, dijo.

Karla se graduó con mención honorífica. Estuvo en el cuadro de honor durante los cuatro años de carrera en el Heroico Colegio Militar, por promedio de 8.5 a 9.4. En el cuadro de excelencia estuvo dos veces por promedio de 9.5 o más.

Recomendaría esta carrera para quien esté convencido de servir a México: “Nuestro país necesita hombres y mujeres comprometidos, dejar todo por México. Tengo que demostrar que soy capaz de llegar a ser general del Ejército, sé que es difícil o poco probable, pero dejaré mi mayor esfuerzo en el camino para que vean que no hay diferencias de género. Ser secretario no estaría mal, pero ser un buen comandante es la expectativa de un buen militar egresado del Colegio”.

Ayer, la joven fue a celebrar con sus papás y con su hermano menor, lo más importante. Como todas las mamás, la suya entristeció cuando dejó la casa para internarse en el Colegio, pero ahora está feliz.

Karla no tiene vacaciones, deberá ensayar con sus compañeros para el desfile del 16 de septiembre y después va a estudiar la especialidad de Artillería, en Irapuato.

“Nosotros estamos para cuidar a toda una nación y muchas veces estamos lejos de las personas que más queremos, por eso procuramos aprovechar al máximo este momento y trabajar duro para apoyarlos y que nada les falte, pero ellos también están orgullosos de nuestro sacrificio y nos apoyan”.

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