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En el Congreso, los panistas hemos hecho buenas reformas que se han depositado en malas manos, y vamos a regresar a la Presidencia de la República en 2018 y las aplicaremos para responder a las demandas de la sociedad, afirma el coordinador de la bancada del PAN en el Senado, Fernando Herrera Ávila.

Deplora que “este Ejecutivo federal no ha podido aplicar las reformas o no ha querido”, y critica que a estas alturas del sexenio, “hay que ayudarle a bien terminar, al menor costo posible”.

Emplaza al gobierno de Enrique Peña Nieto a “no ponerse de rodillas” ante la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que busca que se derogue la transformación en el sector educativo.

A unos días del inicio de la inauguración del penúltimo año legislativo, los panistas irán a Coahuila a acordar su listado de temas por resolver en la Cámara Alta y la estrategia con la que transitarán hacia 2018.

Este periodo de sesiones será de nombramientos, y sobresalen los siete magistrados electorales que, eventualmente, calificarán la próxima elección presidencial; el fiscal anticorrupción, así como el Consejo Ciudadano y la implementación misma del Sistema Nacional Anticorrupción.

Herrera Ávila considera que logró fincar una etapa de estabilidad en el trabajo de los senadores de Acción Nacional. Asegura que en el cargo ha vivido “una grata experiencia”.

Su grupo, dice en entrevista con EL UNIVERSAL, es talentoso, con ex gobernadores, ex secretarios de Estado y ex alcaldes. Subraya que todos han puesto su capacidad al servicio del grupo, y a él le ha tocado “dar a cada quien espacio y oportunidad de plasmar ideas”. Uno de los resultados, destaca, es la unidad interna.

Tiene el registro de la ofensiva priísta contra Felipe Calderón y Margarita Zavala, y advierte que “cualquier ofensa genera un clima que no es el ideal” para el cumplimiento de la responsabilidad de alcanzar consensos en el Congreso, por lo que sugiere al PRI “serenarse” y dar pausa al proceso electoral.

Con todo, su bancada y su partido, dice, preparan el Waterloo de Enrique Peña Nieto en la elección de gobernador del Estado de México, contienda a la que están decididos a ir en alianza con el PRD y otras organizaciones.

En el próximo periodo el Senado votará múltiples nombramientos, ¿cómo salvar el interés general sobre el interés de grupos dentro de la bancada que usted coordina?

—En los nombramientos que vienen y en los anteriores hemos tratado de privilegiar que sea el perfil, la trayectoria, lo que influya al tomar decisiones. De manera muy concreta, en los nombramientos de magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y, por otra parte, del fiscal Anticorrupción.

Para el TEPJF buscamos elementos que tengan estabilidad, prestigio, autonomía, independencia de criterio y dejar a un lado las tentaciones que pueden tener los grupos parlamentarios, los partidos políticos, de tratar de incidir para que existan magistrados de consigna. Eso por parte del PAN está descartado. Buscamos gente con amplio respaldo en la carrera judicial, que cada proceso que sea una historia nueva, y que no se llegue a litigar un asunto de interés para un partido político sabiendo que hay magistrados que ya tienen una determinada inclinación.

En la bancada que usted coordina, ¿cuáles temas enlista en su agenda legislativa próxima?

—Nuestra prioridad es completar y dar vida al Sistema Nacional Anticorrupción (SNA). Tendremos que nombrar un fiscal, nombrar el Consejo Ciudadano del SNA y generar una dinámica para que las entidades federativas hagan lo propio: homologuen [su legislación] con la ley nacional.

También es importante el nombramiento de embajadores y, desde luego, del paquete económico, la Ley de Ingresos; entendemos que el país requiere de un reordenamiento en materia económica. Sabemos de las restricciones y la necesidad galopante de apoyos que tienen las entidades federativas.

Gobierno con fallas

El coordinador de los diputados del PRI, César Camacho Quiroz, abrió un frente contra el ex presidente Felipe Calderón y la ex primera dama, Margarita Zavala, ¿esta actividad contaminará lo legislativo?

—Esperamos que se conduzca con respeto. Las expresiones de Camacho son síntoma de desesperación. Es una fallida estrategia para dar ánimos a las infanterías. Pero, sin bases, esas estrategias lo único que podrán hacer es fortalecer a quienes ellos han señalado como blanco de sus ataques. Pretenden tender una cortina de humo porque pareciera que este sexenio ya terminó; [están] reprobados en economía, muy mal en desarrollo social, en seguridad no hemos tenido avance, y esto se ve reflejado en la molestia, el enojo de la sociedad. Hasta en el deporte han sido un desastre. Pusieron a un cuate, en vez de alguien que conociera el deporte.

¿Se complicarán los consensos legislativos por el ruido político?

—Cualquier ofensa genera un clima que no es el ideal. Invitaremos a las fracciones parlamentarias a que tengamos la capacidad de poner por encima de nuestras aspiraciones personales el interés general del país.

El Congreso empezó el sexenio con un Pacto por México y ahora las fuerzas políticas toman posiciones, ¿su llamado implica deponer este tipo de conductas?

—Hacer el esfuerzo [para ello]. Nosotros, desde que iniciamos [en 2012] tratamos de ser una oposición responsable, le dimos al gobierno todas las reformas que solicitaron para que no tuvieran pretextos de no hacer un buen gobierno. Hoy, después de cuatro años de gobierno, hemos hecho buenas reformas que se han depositado en malas manos. Nos queda claro que este poder Ejecutivo simple y sencillamente no puede, no ha podido o no ha querido. Ellos presumían en los discursos de inicio de sexenio que sí sabían gobernar, parece que se quedaron en la redacción de los discursos y nunca entraron al ejercicio del gobierno.

A este gobierno hay que ayudarle a bien terminar al menor costo posible. Decían que iban a mover a México y el consenso social es que mejor ya no le muevan, que demos la oportunidad de que llegue un nuevo gobierno para hacer las reformas, generar condiciones de orden y sacarle provecho a este andamiaje legislativo construido.

Reforma educativa debe continuar

Dicen que la reforma más relevante sería la educativa y el magisterio exige: “Tiras la reforma o habrá sangre”, ¿por qué llegamos a esto?

—Por la incapacidad del gobierno de comunicar los beneficios de esta reforma educativa, por la incapacidad de incorporar a todos los sectores involucrados en cada etapa de su implementación. Esto se ha convertido en el peor error del gobierno. Vieron, no la opción de catapultar al país, sino de generar imagen de un precandidato a la Presidencia de la República.

Creemos que la reforma se debe mantener, que este gobierno debilitado como está no debe ceder, ni a presiones, ni a chantajes.

¿La beligerancia de la Coordinadora complica las soluciones?

—Quien hizo al chamaco tiene la obligación de bien educarlo. Ellos crearon esos grupos de presión, de poder, se salieron de control. Lo criticable sería que el gobierno federal se arrodillara frente a la CNTE, que volviera a darles concesiones, heredar las plazas a los maestros.

“Ellos hicieron al chamaco”... ¿también tuvo que ver la coordinadora con Fox, con Calderón?

—Habrá que hacer una evaluación de cada sexenio, y ver quién sí tuvo habilidad para zanjar diferencias, y quién está echando a perder esta capacidad de negociación y de impulso que debe tener la Presidencia de la República.

¿Quién es su candidato a la Presidencia de la República?

—Mi candidato será el que tenga mayores posibilidades en la fecha que estatutariamente fije Acción Nacional. Para llegar a 2018, tenemos que pasar la aduana de 2017. Vamos a ganar Coahuila y vamos a intentar ganar el Estado de México…

¿Con quién ganarían Coahuila?

—Está Guillermo Anaya, Luis Fernando Salazar, Silvia Gaza. Los alcaldes de Saltillo, de Monclova.

El Estado de México, ¿cómo lo ve?

—Si el PAN logra un proceso interno terso, vamos a avanzar. Si logramos concretar una alianza con un candidato que aglutine al PAN, al PRD y algunos grupos políticos, sin dudas, la aspiración será que el Estado de México se convierta en el Waterloo de Enrique Peña.

En su bancada, ¿cómo disciplinar sus integrantes cuando en el grupo puede haber amores diversos hacia 2018?

—El reto del PAN es mantener la unidad, escoger un buen candidato y una mejor propuesta. Si logramos esto, tendremos una amplia posibilidad de retornar a la Presidencia. Las condiciones están dadas.

¿Cada debate, cada iniciativa, cada modificación a un dictamen son parte del trabajo para regresar a la Presidencia?

—Vamos a regresar en 2018. La gente está fastidiada con el PRI, no quiere ni un minuto más de PRI. Los estudios de opinión lo indican.

¿Labor de equipo? ¿Ese equipo posicionará un candidato fuerte?

—No vamos a jugar a sacar a cualquier candidato. Nuestro candidato va a ser el próximo Presidente de la República y esa es la tarea. Estaremos empujando para que sea la unidad la que al final nos lleve a ser muy competitivos.

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