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En los últimos 10 años el número de estudiantes inscritos en colegios privados se incrementó 8.52 puntos porcentuales, mientras que la matrícula de las escuelas públicas creció 1.3 puntos porcentuales. Padres de familia y especialistas explican que ese aumento en las instituciones de paga está relacionado con que encuentran en ellas ventajas competitivas para sus hijos, como la enseñanza del idioma inglés y relaciones sociales que pueden hacer desde pequeños y que les servirán en la vida adulta.
Los padres consultados agregaron que la incorporación de valores, educación artística y los diferentes modelos pedagógicos que ofrecen las escuelas privadas son ventajas para que sus hijos puedan crecer como seres humanos “integrales”. Entre ellas destacan un mejor nivel en la calidad del aprendizaje y la enseñanza.
Aunque el sistema público de educación básica es nueve veces mayor que el de la privada (en cuanto a preescolar, primaria y secundaria), entre los ciclos escolares 2006-2007 y 2015-2016, la de paga ha incorporado a 201 mil 349 estudiantes en todo el país. En el mismo periodo, la que brinda el Estado mexicano ha incorporado a 315 mil 782.
La estimación se realiza a partir del documento Principales cifras, sistema educativo de los Estados Unidos Mexicanos y la serie histórica y pronósticos de la estadística del sistema educativo nacional, de la Dirección General de Planeación, Programación y Evaluación Educativa de la Secretaría de Educación Pública (SEP), para los ciclos escolares 2008-2009 a 2015-2016.
Consultados sobre el tema, especialistas coincidieron en que el crecimiento en el ámbito privado no se debe necesariamente a que estas provean una mejor enseñanza para los niños. La prueba PISA 2012 comparó los resultados de alumnos mexicanos de los dos tipos de escuelas señaladas y encontró que cuando viven en contextos sociales y económicos similares, los resultados en esta prueba son parecidos.
Roberto Rodríguez Gómez, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica que el crecimiento de las escuelas privadas en México responde a diferentes expresiones más allá de las oportunidades económicas que permitieron, en un momento, la expansión de la clase media en la última década —en particular en las grandes ciudades—, pero también en entidades como Oaxaca por el conflicto con el magisterio.
En paralelo, “la escuela pública ha sido blanco de una campaña de desprestigio, lo que ha propiciado que se genere una mala percepción entre las familias de lo que pueden aportar en la formación de sus hijos”.
Otra de las expresiones que permiten el incremento de la oferta privada es el cambio demográfico, que ahora permite a las familias tomar decisiones sobre el lugar en el que estudiarán sus hijos, ante las posibilidades económicas de las parejas que tienen sólo uno o dos. De ahí que la opción de paga —de elite o las de más bajo precio— han impulsado actividades dependiendo el perfil de su “clientela”. Es decir, ofrece transporte, talleres de artes o cultura, actividades deportivas o modelos escolares diferentes que hoy se tratan de impulsar en las escuelas públicas.
Pablo Velázquez, investigador de la organización Mexicanos Primero, considera que “la introducción de incentivos de mercado, como la competencia entre las escuelas por los mejores alumnos, no tiene relación clara con el rendimiento de éstos.
“Estudiantes aventajados tienen mayores probabilidades de estar matriculados en escuelas privadas. Al comparar alumnos con el mismo nivel socioeconómico, aquellos que están matriculados en escuelas privadas no tienen rendimientos más altos que aquellos matriculados en públicas”.
Señaló que las ventajas competitivas que ofrecen los colegios privados radican básicamente en dos aspectos: la enseñanza del idioma inglés y —en las escuelas dirigidas a familias con un alto poder adquisitivo— en las relaciones personales que los niños podrán desarrollar desde pequeños, en lo que llamo un “networking que se presenta a muy temprana edad”.
El investigador especializado en política pública por la Universidad de Míchigan explicó que los padres toman en cuenta el aprendizaje del inglés, puesto que es visto como una ventaja competitiva para los niños. En lugar de gastar en clases privadas de este idioma,deciden invertir en una escuela que lo incluya en su currículo.
“Muchos de los resultados se corresponden más bien al nivel socioeconómico de las familias de los niños. Las familias que envían a sus niños a instituciones privadas están haciendo cosas diferentes de quienes envían a sus hijos a públicas: escuelas de verano, vacaciones, cursos extras de idiomas. Lo que hace la diferencia son los esfuerzos extra, con costo, que hacen las familias para que los niños puedan aprender un poco más. Tendríamos que ver la forma de hacerlo en las escuelas públicas para que no fuera un privilegio.
“También puede haber una cierta idea de que si el niño está en una privada se puede relacionar con el hijo de un funcionario público, de un empresario o un comerciante, ahí estamos hablando de un networking a muy temprana edad: son beneficios que no son académicos”, dijo.
El investigador de El Colegio de México, Manuel Gil Antón, dijo que es un mito que las escuelas privadas ofrezcan mejor educación que las públicas; no obstante, señala que ésta crece debido a “que las personas no quieren ‘contaminarse’ con la gente pobre”.
Más que ofrecer ventajas educativas a los alumnos, las “buenas” escuelas privadas reproducen las condiciones de capital cultural de los niños en sus casas, esto quiere decir que los niños llevan todo un bagaje cultural adecuado a la escuela con el cual no cuentan los niños pobres.
“Ese crecimiento en la educación privada es una muestra de la enorme desigualdad que hay en el país, porque para evitar el gueto de los pobres, los ricos hacen sus propios guetos y, por otro lado, tengo la impresión de que ahí es mejor hacer conocidos que tener mejores conocimientos.
“No hay manera de medir [la calidad de la educación] en las escuelas privadas, lo que sí sabemos es que 10% de las mejores escuelas privadas del país tiene un promedio menor al promedio de la OCDE. No parece ser que ahí se aprenda brutalmente”, dijo.
Padres de familia consultados explicaron que el trabajo de los docentes con los alumnos es distinto en las escuelas privadas, lo que genera un mayor valor agregado para ellos. Afirmaron que los grupos son más pequeños, la atención es personalizada y las estrategias pedagógicas aplicadas les ayudan a sus hijos a desarrollar otras competencias que no necesariamente desarrollarían en las escuelas públicas.
Consuelo Mendoza, presidenta de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), consideró que la matrícula ha bajado en los dos sistemas educativos por la disminución en los índices de natalidad en el país. Dijo que escuelas particulares que tenían hasta seis grupos de un mismo grado han tenido que cerrar lugares.
Datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de 2015 señalan que México es el país en el que más ha caído la tasa de fertilidad en los últimos 40 años, al pasar de 6.72 hijos por mujer en 1970 a 2.22 hijos.
Otro aspecto que consideró Mendoza García son los conflictos magisteriales en Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán, donde los padres de familia con recursos para hacerlo, mandan a sus hijos a escuelas particulares.
Pero no todos los especialistas están de acuerdo en ello. Pablo Velázquez señaló que el crecimiento de las instituciones de paga en estados controlados por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación ha sido “mínimo” porque estas entidades son también de las más pobres en el país.
Consuelo Mendoza explicó que muchos padres voltean hacia la educación privada por el idioma inglés y en busca de una mayor calidad en el aprendizaje que refuerce los valores y principios que se enseñan en casa y jornadas más amplias que se adapten mejor a los horarios laborales de los papás.
“Es un tema multifactorial. No puedo dejar de mencionar la mala calidad de la enseñanza en la gran mayoría de las escuelas. Apenas estamos definiendo un modelo educativo como país, mientras muchas escuelas particulares tienen su propio modelo y todos los padres de familia aspiran a ofrecerles a sus hijos mayor calidad según sus posibilidades y sus valores”, afirmó.
Mendoza García reconoció que uno de los problemas fundamentales en el sector es que una escuela particular no es garantía de mayor calidad. En el estado de Oaxaca, por ejemplo, ha crecido el número de “escuelas patito” o de baja calidad educativa debido a la “gran necesidad que hay”.
Sugiere que antes de inscribir a un niño en cualquiera de las instituciones disponibles, se verifique y compare la oferta educativa. “Que se informen con otros padres de familia y no sigan el criterio de que la escuela más cercana es la mejor; esto no es cierto”, dijo.
En los últimos 10 años el número de estudiantes inscritos en particulares pasó de 2 millones 361 mil 684 en el ciclo escolar 2006-2007 a 2 millones 563 mil 33 niños en el ciclo 2015-2016. Mientras que la matrícula de las escuelas públicas fue de 23 millones 18 mil 821 alumnos inscritos en escuelas públicas en 2006 a una matrícula de 23 millones 334 mil 603 en el ciclo lectivo que acaba de concluir.
Leopoldo García, de la Asociación Nacional de Padres de Familia de Escuelas Públicas, lamentó el crecimiento de la educación privada sobre la que brinda el Estado, hecho que calificó como “una desgracia”.
En su opinión, este repunte está relacionado con los contextos que se viven en cada entidad: desde el acoso escolar y la violencia, hasta los conflictos magisteriales en entidades donde tiene presencia la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.
“Muchos dicen ‘yo prefiero una escuela particular, voy a pagar y cuando menos [el niño] va a estar diario en clases’. Es parte de lo que la sociedad piensa y es la percepción que tenemos en la Federación. Es muy respetable la decisión; sin embargo, con la reforma educativa está mejorando [la situación] y vemos que muchos padres de familia están esperando a ver qué resultados va a tener. Ojalá logremos que no se nos vaya tanto padre de familia a las escuelas particulares, hay que defender la escuela pública”, pidió.