Más que a la opinión pública y las redes sociales a quien el titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, Alfredo Castillo, tiene que convencer de que en la Conade no le ha dado un puesto directivo a su maestro y compañero de dobles en el pádel y que en la comisión hay parejas en altos cargos, es a las autoridades del gobierno federal que revisan su caso.
La información que hoy publica la versión impresa de esta columna, en la que se menciona que don Alfredo llevó a los Juegos Olímpicos hasta a una masajista a la que la Conade le paga por honorarios y que aseguran le ha prestado servicios a él, se encuentra desde hace algunos días en los escritorios de funcionarios federales que analizan el desempeño y la conducta del titular de la Conade.
Son ellos los que tendrán que concluir si todos los indicios que tienen sobre el manejo de la Conade son ciertos o no, así como si la gestión de Castillo ha sido satisfactoria y totalmente apegada a la ley.