El coordinador del PRI en el Senado, Emilio Gamboa Patrón, afirmó que el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TTP, por sus siglas en inglés) ofrece una gran oportunidad para el intercambio comercial que debe ser aprovechado en beneficio de todos los sectores, pero en especial en el campo mexicano.
Gamboa Patrón afirmó que México tiene hoy un gran reconocimiento mundial, por ser un país que ha suscrito acuerdos internacionales con 53 países; ha dejado atrás el temor de competir en materia comercial.
“Por lo que ha resultado beneficiado con la decisión de fijar reglas claras ante una mayor apertura e integración de los mercados de todas las naciones, por ello el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) brindará mayor acceso a los productos nacionales”.
Explicó que a través del intercambio comercial, la productividad y la competitividad se incrementan.
“Así, nos sumamos a la vanguardia internacional, por lo que tan sólo en el sector agroalimentario México registró, de enero a junio pasado, exportaciones por 15 mil millones de dólares, incluso superiores a las petroleras que fueron por 8 mil 102 millones de dólares”, dijo.
Refirió que un mercado de 800 millones de personas, que representa el 40% del PIB mundial, como el que ofrece el Acuerdo de Asociación Transpacífico debe ser aprovechado en beneficio del campo mexicano, sector que requiere seguir dándole un mayor impulso, considerando la tendencia de crecimiento que el año pasado ascendió a más del 7%.
“Por ello, los senadores del PRI seguiremos impulsando las leyes y adecuaciones que favorezcan el desarrollo del sector primario, donde 26 millones de mexicanos laboran, para superar el rezago acumulado por décadas, a través del acceso a infraestructura productiva, impulso a la tecnología, la mecanización y la tecnificación del riego y mayores condiciones para la comercialización y garantizar la soberanía alimentaria y el abasto de productos”.
Señaló que uno de los desafíos que enfrenta nuestro país es generar las condiciones para que el uso de la tecnología genere una mayor competitividad en el campo, que nos lleve a la reconversión productiva en el sector agroalimentario, que propicie una mayor demanda que se refleje en más ingresos para las familias del campo.
