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juan.arvizu@eluniversal.com.mx
El economista Enrique Ochoa Reza toma sonriente el volante del automóvil eléctrico asignado a su servicio por la CFE y sale del Senado, donde se ha abierto de capa en su aspiración de ser el presidente del PRI, al decir que “sería el mayor honor de mi vida”.
Después de tres horas de reunión con diputados y senadores —ante quienes ha lucido, además de un lenguaje técnico sencillo, la destreza de una mano izquierda que suele ser muy apreciada por los políticos—, una muralla de periodistas le cierra el paso a su vehículo.
“Voy a esperar a la convocatoria que emita el partido”, dice sin chistar, con la prontitud con la que respondió preguntas sobre el alza de tarifas eléctricas, en lo que puede ser un corte de caja de la reforma energética en el ámbito de la CFE.
Da más cuerpo a su disposición de ir por el liderato priísta: “Sería un gran honor para mí participar en ese proceso y, si los sectores y las organizaciones así lo deciden, sería el mayor honor de mi vida ser presidente del Comité Ejecutivo Nacional”.
Cubre el primer requisito del perfil priísta: “Voy a seguir la convocatoria y en caso de que yo cumpla con ella, me registraré”.
Se abre paso y de espaldas escucha otra pregunta sobre qué ofrece al PRI. Con la misma soltura con la que habló antes de Megawatts y Kilowatts-hora, gasoductos, líneas de trasmisión y generación eléctrica, dice: “ Tenemos que escuchar a la ciudadanía, ser más transparentes, que el partido encabece cambios y que atienda a todas las solicitudes de los ciudadanos que quieren tener un mejor país”.
El nombre de este técnico con mano izquierda suena y ya EL UNIVERSAL destaca la posibilidad, en su edición de online, mientras que en el rol de director de la CFE, al mediodía Ochoa invita a los legisladores a ir con él a conocer gasoductos en construcción.
La entrega a la chamba de este hombre del Ejecutivo divierte a la presidenta de la Tercera Comisión de la Comisión Permanente, Mariana Gómez del Campo (PAN), quien al inicio de la reunión ha soltado un dato para el acertijo de este mediodía: tras el aumento a las tarifas eléctricas, anunciado el domingo, “Enrique Ochoa tenía especial interés en reunirse con esta comisión; bueno, esto es muy positivo”, sonríe la panista.
Es de hablar sencillo, directo, dispuesto al diálogo y personaliza las respuestas que ofrece. Tiende redes de encantador de las fuerzas políticas, desde el PRI, PAN, PRD, PVEM, hasta Movimiento Ciudadano y Morena.
El economista y abogado explica que las tarifas han bajado y debido a la estabilidad económica el consumo aumenta. Revela que su señora madre se queja del recibo de la CFE.
“Mi mamá, una mujer de 70 años, cuando prende el aire acondicionado abre las ventanas y las puertas en lo que se enfría. Pues está tirando el dinero por ventanas, en lo que se enfría. Cada bimestre también me llama y me dice que baje el recibo de la luz”, dice.
En lo que va de funciones de la Comisión Permanente, cruzada por dos periodos extraordinarios, la visita de Ochoa Reza es la primera y ha llegado a la sala de juntas de la presidencia del Senado de la República con su equipo de trabajo en pleno. El director de la CFE, ya de salida, va al automóvil en la zona de estacionamiento, ubicada en el sótano de la Cámara Alta.
Sale acompañado por senadores como Carlos Alberto Puente, coordinador del PVEM; el prísta Ricardo Barroso Agramont, y la diputada del PVEM, Sharon Cuenca, quienes lo despiden con abrazos. Pocos saben si el hombre del Presidente se va al PRI o podrá invitar a los legisladores a ver gasoductos en construcción.
