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francisco.resendiz@eluniversal.com.mx
Ocoyoacac, Méx.—Era casi medianoche. En la habitación personal del departamento que ocupa la parte superior de la residencia Miguel Alemán, en Los Pinos, estaban esperando que el Presidente de México llegara a casa. Eran sus seis hijos y su esposa... le cantaron Las Mañanitas.
Así empezó el día en el que Enrique Peña Nieto cumplió 50 años. Despúes se trasladó a su natal Estado de México, acompañado por su esposa Angélica Rivera, en donde aceptó que será feliz en la medida en que México lo sea y que su felicidad es la felicidad de todo un país.
Apenas el lunes pidió perdón por el caso de la casa blanca, que su esposa regresó al vendedor, a dos años de que se conoció la noticia.
Desde temprano gobernadores, entre ellos Graco Ramírez (PRD), de Morelos, y gabinete lo felicitaron por Twitter. El primero fue Rafael Pacchiano, a las 2:55 de la mañana.
Para el mediodía, el Presidente estaba en el Estado de México, en Tecámac, inauguraba la ampliación de la carretera México-Pachuca.
El gobernador Eruviel Ávila lo felicitó: “Que Dios le siga dando sabiduría y mucha salud”. Volaron en helicóptero por 20 minutos, los acompañaba la primera dama, para entregar la autopista La Marquesa-Toluca. Al volante de una camioneta fue el primero en pagar el peaje de 47 pesos por recorrer sus 10 kilómetros. En ese punto, María del Perpetuo Socorro y sus hermanos también lo acompañaron.
El mandatario se veía más que feliz, como hace más de cuatro años en plena campaña presidencial, se dejaba abrazar, besar, tomar fotografías a unos pasos iba su esposa.
Inició el evento, Eruviel Ávila le dio la bienvenida en su visita 50 al Edomex desde que comenzó el sexenio, Peña Nieto habló de las reformas, obras de gobierno y la importancia del desarrollo de infraestructura para hacer competitivo al país.
“Gracias por darme la gran oportunidad de venir a celebrar mi cumpleaños número 50 a ésta, que es mi tierra, el Estado de México, del que orgullosamente soy originario”, dijo. Agradeció la calidez de la gente: “Miren que es, sin duda, para uno significativo cumplir años”.
Terminó el evento y le dijeron que le llevarían un pastel. Era pequeño, cubierto de chocolate y llevaba dos velas en forma de número que juntas daban el número 50, a la vez que los asistentes cantaban Las Mañanitas.
Mientras encendían las velas reveló: “Voy a partir el pastel, y antes de hacerlo y antes de soplarle a las velitas voy a pedir un deseo. Al cumplir hoy 50 años, mi deseo es decirles que mi mayor felicidad es la felicidad de todo México, de todas las familias mexicanas. Yo seré feliz en la medida que México sea feliz”.