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El dirigente de izquierda, Pablo Gómez, renunció a la representación del PRD ante el Instituto Nacional Electoral (INE), por considerar que con la llegada de Alejandra Barrales a la presidencia de ese partido éste perdió independencia y responderá “a un poder ajeno” e incluso a adversarios.
Bajo la dirigencia de Barrales, en el INE tendría que representar de facto al gobierno de la ciudad de México, aseguró Gómez al deslindarse de ese tipo de obligación, razón por la que decidió dejar la representación perredista ante el órgano electoral, misma que ocupó desde el 10 de noviembre de 2014.
En una carta entregada ayer por la tarde en las oficinas del PRD, dirigida a Barrales y al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido, Gómez Álvarez —quien el sábado contendió por la dirigencia nacional interina— expuso que su renuncia al cargo no obedece al hecho de no haber sido electo por el Consejo Nacional.
No es una respuesta a eso “sino al insólito y funesto hecho de que políticos empoderados decidan quién debe ocupar la presidencia del partido y al vergonzoso acontecimiento de que una amplia mayoría del Consejo Nacional lo haya admitido, sabiendo las consecuencias que traerá la operación de una dirección ajena al partido mismo.
“Como todos sabemos, Alejandra Barrales fue señalada por el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, como la persona que debía ocupar el cargo de presidenta nacional, por lo que no estamos frente a la libre elección de una persona —hasta entonces alta funcionaria pública—, sino ante una imposición desde afuera del partido, ante una decisión de carácter gubernamental, un método priísta por excelencia”, cuestionó.
De acuerdo con Gómez Álvarez, la nueva presidenta nacional del sol azteca actuará sin la menor independencia política, “pues su circunstancia obedece a un poder ajeno al partido e imbricado además con otros poderes, no sólo también ajenos, sino adversarios políticos del PRD”.
Expresó que aunque no haya conseguido la dirigencia nacional, es la llegada de Barrales por ese “método priísta” y lo que implicará para el PRD, el motivo de su decisión. “No podría representar de facto al Gobierno de la Ciudad de México ante el INE, porque esa representación no corresponde a una instancia de gobierno, sino a un partido de izquierda que debiera ser independiente de todos los gobiernos, aún de aquellos que se conformaron gracias al apoyo electoral del PRD”, escribió.