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justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
En Guerrero, Oaxaca y Chiapas hay 428 mil niños de entre cinco y 17 años que trabajan desempeñándose principalmente en actividades agrícolas, aunque también se detectaron formas de trabajo peligroso, así como la presencia de trata con fines de explotación laboral en el comercio ambulante, reveló un diagnóstico elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para México y Cuba.
Durante la 11 Comisión Intersecretarial para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil, Thomas Wissing, director de la OIT para México y Cuba, presentó los resultados de un diagnóstico realizado en esas tres entidades, en las que la tasa promedio de ocupación infantil está por arriba de la nacional, que se sitúa en 8.7%, mientras que en estos estados es de más de 10%.
Destacó que en Chiapas se registraron 165 mil niños y adolescentes que trabajan, lo que equivale a 11% de la población infantil; en Guerrero, 139 mil, que representan 14% de los menores, y en Oaxaca, 124 mil (11.7%).
“El mapa del trabajo infantil coincide en gran medida con el de la pobreza. No es la única explicación, pero hay una gran coincidencia (…). En todos los casos el trabajo de los niños tiene rostro de indígenas y de inmigrantes, tanto internos, interestatales como transnacionales”, enfatizó.
En los tres estados se detectaron formas de trabajo peligroso de los niños y adolescentes “no solamente trabajo digamos permitido en condiciones seguras, sino también en condiciones preocupantes”, apuntó.
Wissing refirió el caso de Chiapas, en el que los niños laboran en la extracción y pulido de ámbar, el cual, implica muchos riesgos para la salud y su dignidad, generando incluso enfermedades como fibrosis pulmonar.
En Guerrero se detectó la incorporación de menores en cultivos ilícitos, lo cual “también es un gran reto”, dijo.
Señaló que en Oaxaca se observó la integración de los niños en el sector de la construcción como albañiles, realizando “tareas no apropiadas con su desarrollo físico y de salud”, señaló.
El director de la OIT para México y Cuba destacó que en los tres estados detectaron “retos locales” como es la trata con fines de explotación laboral en el comercio ambulante en puntos turísticos.
“Hay personas que buscan a las familias pobres para llevarse a los niños, para que trabajen en los centros turísticos en la venta de artesanías, de alimentos, de artículos en la calle, que andan ahí con su cajón de cigarros y otros con dulces. Muchos de ellos no están trabajando ni siquiera en el contexto familiar, están ahí por una situación de trata y de explotación”, enfatizó.
Otro punto de preocupación para la OIT es la participación infantil en quehaceres domésticos, de la propia casa, donde en ocasiones el trabajo no es un trabajo formativo que constituye solamente un apoyo a la subsistencia familiar, sino que rebasa en tiempo las horas que pueden dedicar a la escuela o al juego, puesto que hay niños que trabajan 25 o 30 horas a la semana.
Se observó que los menores también son contratados desde temprana edad como trabajadores del hogar. “Muchas veces en situaciones invisibles y por lo tanto doblemente vulnerables”, expresó Wissing.
El diagnóstico reveló que en Oaxaca y Chiapas destacan regiones con alta intensidad migratoria de jornaleros agrícolas hacia otros estados, como es el caso de las nuevas rutas derivadas de la crisis del café en tierra oaxaqueña, en donde los menores que antes trabajaban en unidades familiares en el cultivo del grano ahora se desempeñan en cadenas de producción de la piña.
En Chiapas se registró la participación de menores jornaleros de origen centroamericano en el sector del café y de la caña de azúcar.
La OIT recomendó la implementación de estrategias para combatir las peores formas de trabajo infantil y restituir los derechos de la infancia desde el ámbito municipal y estatal.
El secretario del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida, dijo que el trabajo infantil además de vulnerar los derechos de los menores, no resuelve los problemas de pobreza ni carencias familiares que los obligan a buscar una ocupación a temprana edad, cortando su desarrollo.