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El barrio bravo de Tepito se dejó sentir con una treintena de diputados del PRI que decidieron recorrer el Eje 1 Norte en bicicleta ayer.

“¡Ahí va puro ratero con placa!”, “¡Mamacitas!” y “mínimo tienen que dar tres vueltas”, fueron algunas de las frases que les gritaron los comerciantes de Tepito al ver pasar a los 30 diputados federales del PRI que decidieron llegar al Palacio Legislativo de San Lázaro en bicicleta.

La rodada arrancó en la Glorieta de Colón, en pleno Paseo de la Reforma. Antes de las 8 de la mañana las bicicletas ya esperaban formadas a los diputados. Incluso unas eran nuevas y colaboradores de la bancada les quitaban los cartones y el plástico para que los diputados las pudieran usar. Mientras otro empleado sacaba varias cajas con cascos nuevos y los repartía a los legisladores para que viajaran más seguros.

El coordinador del PRI en la Cámara de diputados, César Camacho, llegó poco antes de las 8:30 de la mañana, y antes de partir dijo: “Primero me echo un cafecito”. Ingresó a una cafetería, donde ya lo esperaba un vaso blanco con su nombre y un croissant.

Afuera llegaban y llegaban más diputados, pero las bicis no alcanzaban y a lo lejos se escuchó un grito: “Manden otro cargamento de bicis”, y en pocos minutos acudieron dos camionetas con 12 bicis “rentadas” para dotar a los legisladores.

Asientos altos o bajos y manubrios mal acomodados eran la constante, pero gracias a las herramientas que traían sus colaboradores pudieron ajustar los vehículos. Quienes llegaron temprano usaron las mejores.

Los legisladores circularon por Reforma, posteriormente por el Eje 1 Norte, hasta Congreso de la Unión, sin mayores incidentes, salvo el caso de la diputada María de la Paz Quiñones, quien se cayó unas cuadras antes de llegar a la Cámara de Diputados. Sólo fue un golpe.

Según algunos legisladores, es la sexta rodada que hacen desde que inició la 63 Legislatura y no será la última. Al llegar a la Cámara Baja todos se agruparon para tomarse una foto junto a su coordinador parlamentario, César Camacho.

El sótano de la Cámara de Diputados fue la última parada y llegaron aproximadamente a las 9:15 de la mañana, todos los legisladores se felicitaban mutuamente por la hazaña y aplaudieron al unísono.

Todos dejaron sus bicicletas en el sótano recargadas en la pared o sostenidas de una pata.

“Me parece que el entusiasmo es evidente, y hay un compromiso, no sólo con una cuestión de moda, sino la intención de convertir esto en una actividad periódica, de hecho tenemos casi cinco meses haciéndolo cada 15 días y me estimula que cada día es mayor el número de compañeras y compañeros que se animan a venir en bici”, dijo César Camacho.

—¿A la salida los volveremos a ver en bici?

—Yo creo que sí. Insisto, es un asunto de cambio de mentalidad, de hábitos y si queremos tener autoridad para sugerírselo a otros, lo menos que podemos hacer es hacerlo nosotros —describió Camacho Quiroz.

Los diputados federales participaron en su reunión previa y después en la sesión del pleno, la cual concluyó a las 3:18 de la tarde.

Las bicicletas desaparecieron del lugar en el que fueron dejadas por los legisladores y en el estacionamiento sólo había camionetas y coches. Uno a uno se fueron los diputados en sus vehículos y EL UNIVERSAL documentó que ninguno partió de la Cámara de Diputados en bicicleta.

Incluso, César Camacho abordó la camioneta que normalmente usa, y se retiró de prisa.

Este diario también vio irse al presidente de la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano (PRD), quien dijo: “¡Yo llegué en mi camioneta y me voy en mi camioneta!”.

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