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Cuando le dijeron a Agustín Basave que la senadora Lorena Cuéllar estaba en mejor posición en las encuestas en Tlaxcala, por arriba de la panista Adriana Dávila Fernández, no dudó en sentarse con su correligionaria. Hablaron durante más de dos horas. Quedó convencido de apoyarla con todo, al grado que es de sus principales apuestas rumbo al súper domingo 5 de junio.
Pero Basave Benítez tardó un mes en enterarse que pertenecía a la corriente Izquierda Democrática Nacional, de René Bejarano Martínez, uno de los personajes más influyentes en el perredismo nacional. No distinguir entre únicos e impares es una virtud para el presidente nacional del PRD, porque dice que él sólo mira al sol azteca “con su centro y sus rayitos”. No ve corrientes, afirma.
En entrevista con EL UNIVERSAL, en la sede del partido en la calle Benjamín Franklin, en un piso lleno de cajas amontonadas, sillones gastados y polvo acumulado, recuerda que sólo una vez ha presentado su renuncia a la presidencia del PRD y que eso le costó que lo tildaran de “dictador”, aunque hay otros, acota, que creen que es débil y está limitado por las corrientes.
Con la elección de 12 gobernadores en puerta, Basave admite que la piedra en su zapato es la unidad. Un día sí y otro también le surgen pleitos que a veces hasta acaban a golpes. Chihuahua es el de hoy, en donde Guadalupe Acosta y Fernando Belaunzarán, cabezas de playa de Iniciativa Galileos, promueven al panista Javier Corral Jurado, en lugar de respaldar al abanderado de casa, Jaime Beltrán del Río.
“Hay una discrepancia, un grupo de compañeros que apoyaban —desde antes que se acordara la candidatura del PRD— para hacer una alianza con Javier Corral, y que dado que no se hizo en su momento, proponen la posibilidad de una alianza de facto, que se evalúen en encuestas y que quien esté mejor posicionado sea una alianza opositora en contra del PRI”, comenta.
Este planteamiento “lo impulsa el grupo Galileos, principalmente Guadalupe Acosta Naranjo. Hasta donde he leído, leí su carta y escuché algunas cosas, siguen en la lógica de una alianza de facto con quien esté mejor posicionado. Eso no tiene mayor objeción, no puede haberla contra quienes se manifiesten en contra de una alianza opositora con quien esté mejor posicionado. En otros momentos, otras personas, y a veces el mismo grupo Galileos, han dicho o manifestado que debe ser el candidato Javier Corral y votarse por él y eso sí no es válido. El PRD tiene normas y una de ellas, como en cualquier otro partido, es que no se vale pedir el voto por un candidato de otro instituto político”.
“No generemos más divisiones”
Eso se sanciona en cualquier partido político…
—Eso es sancionable. Eso no lo avalo, no avalo que se pida el voto por un candidato, así sea por un amigo como lo es Javier Corral. Es un amigo a quien respeto políticamente, tengo muchas posturas coincidentes, pero por eso llamo a Guadalupe Acosta, quien también es mi amigo y estimo, a que se mantenga dentro de ese margen y propuesta de que se sugiera una alianza opositora.
Es una propuesta válida. Si después de que se debata esa idea en las instancias que sean, mediáticas o partidarias, no se logra esa alianza y Jaime Beltrán se mantiene, él va a ser el candidato del PRD y hay que ser institucional. Han dicho que presenté un voto particular en el CEN, sí, es verdad. Yo voté a favor de la alianza, pero respeto la institucionalidad del PRD y sus normas.
Ellos ya llamaron al voto por Corral, ¿los van a perdonar?
—Se va a discutir. Todo mundo tiene derecho a audiencia. Se van a citar en su momento a Acosta Naranjo y a Fernando Belaunzarán. ¿Qué va a pasar después? Vamos a ver, lo que no quiero es un ánimo inquisitorio. Sí cumplir el estatuto, pero que no empecemos a generar más divisiones en el PRD. Llamo a mi amigo Acosta y su grupo a que le bajen dos rayitas. Dije que llamo a Acosta a “bajarle dos rayitas”, me quedé corto, tiene que ser más que eso, lo llamo a bajar el tono de la discusión y conducirse por los cauces estatutarios.
Pero hay señalamientos severos de ellos en contra de Beltrán, de jugar a favor del gobernador César Duarte…
—Ya se le citó.
Lo anunciaron, pero…
—Sí, pero no para sentarlo en el banquillo de los acusados, sino para responder a los cuestionamientos, nada más. Tampoco quiero el ánimo inquisitorio. No quiero llegar a las decisiones más drásticas, ¿cuáles son las decisiones más drásticas? Pues la expulsión del partido.
Le pongo otro ejemplo, en enero se señaló y hubo un acuerdo del comité de Morelos del PRD para echar del partido al senador Fidel Demédicis por presuntos vínculos con la muerte de una alcaldesa y todo se detuvo, ¿qué pasó ahí, justicia a lo PRD? ¿Les tiembla la mano?
—No, no, no, no. ¿Sabes por qué se murió [el caso]? En todos los sistemas de justicia hay instancias de conciliación y yo en esa ocasión invité al gobernador de Morelos, Graco Ramírez, y a Demédicis a dialogar. Los senté en mi casa para buscar salidas políticas de conciliación.
Eso no es ilegal ni antiestatutario, eso es hacer política. Buscar salidas conciliadoras que no dividan más al partido. Ese es un buen ejemplo. Hacer política de la buena, sin violar ninguna norma para tratar de no llegar a los extremos de una expulsión, no está el PRD para eso.
¿Están balcanizados? Todas sus postulaciones en las 12 gubernaturas han llegado a tribunales, es una guerra de guerrillas…
—Qué más quisiera decirte que eso no es cierto, pero soy autocrítico. Para qué nos engañamos. Hay espíritu de cuerpo en las corrientes internas.
Y luego ni eso, los Galileos son una escisión de Nueva Izquierda…
—Recuerda que hay corrientes y subcorrientes, pero lo que necesitamos es trabajar por el partido. Yo no veo corrientes, sino al sol azteca con su centro y sus rayitos.
Acosta Naranjo dice que aunque el PRD no tiene candidato presidencial para 2018, Héctor Bautista, desde Alternativa Democrática Nacional, promueve que sea Andrés Manuel López Obrador, ¿qué sabe de eso?
—Esa es su opinión [de Guadalupe Acosta], pero yo no me pongo a pensar en 2018, y te lo digo con franqueza, porque muchos lo dicen para escurrir el bulto.
“¿A Manlio? ¡Ni lo mande Dios!”
Se parece usted a Manlio Fabio Beltrones, quien hasta puso un letrero en su oficina de la presidencia del PRI con esa leyenda…
—Jajajaja, no. No me parezco a Manlio, ¡ni lo mande Dios!
¿No ha hablado con Bautista sobre esos señalamientos?
—Imagina que me ponga a hablar con cada líder de corriente para ver si es cierto lo que opinan de él. A cada rato se oyen cosas, no acabaría nunca.
¿No se va a arrepentir de no haber escuchado estas voces?
—No, porque ni siquiera me va a tocar 2018. Estoy bastante ocupado con estas elecciones.
Miguel Barbosa, coordinador del PRD en el Senado, también atiza críticas, por ejemplo en el caso de Puebla, su estado...
—De Barbosa no nada más señalamientos, no nada más críticas, acciones. Que dedique más tiempo a actuar por su partido, a lo mejor aunque le quite un poco de tiempo a sus relaciones con los medios.
Yo espero que el lunes esté Barbosa en el arranque de Roxana Luna Porquillo, porque desde el Senado a veces llegan críticas fáciles. “Ojalá que hagan esto”. Mejor entrémosle todos.
¿Cuál es su piedra en el zapato?
—Jajajaja es la desunión, los problemas, las pugnas internas, esa es mi piedra en el zapato. Es con la que lucho y me trato de sacar todo el tiempo.
Mis críticos me han llamado primero débil, luego dictador. Pues pónganse de acuerdo. Dijeron que iba a ser un gerente, ahora se quejan de que soy dictador, que me tienen copado.
¿Y no lo tienen copado?, porque da esa impresión…
—Las corrientes tienen una gran fuerza y hay que estar constantemente muñequeando. Pero cuando la crítica es así [decir que soy débil o autoritario], pues como que están anulándose mutuamente. Un político manco es un mal político, ni pura mano izquierda ni pura mano derecha. A veces hay que ser negociador y conciliador.
Ya una vez renunció, ¿no lo va a volver a hacer?
—Pues nunca hay que decir de esta agua no beberé, pero no estoy en esa dinámica, ni en mi radar.
El 5 de junio próximo, dirían los estadounidenses, va a ser un súper domingo…
—Ándale, muy bueno eso de que es súper domingo.
Cinco estados en la mira
¿Cuántas gubernaturas piensa ganar el PRD?
—No te puedo decir cuántas, porque no hago pronósticos sin estar en el terreno. Lo que digo es que creo que somos competitivos en al menos cinco estados. A lo mejor se suma algún otro, espero, quizá Hidalgo o Sinaloa. Oaxaca, Durango, Veracruz y Quintana Roo, en alianza y Tlaxcala, con Lorena Cuéllar, que es perredista.
¿No es una elección donde va el PRI contra el PRI?, porque la mayoría son ex priístas en el PRD o el PAN.
—Hay muchos ex priístas. Hubo una época en la que el PRI era prácticamente único. Ahí se formaron muchos políticos, oposiciones pequeñas. Pero hubo una época en la que salieron muchos arrepentidos como yo, para irnos a otros partidos.
Felipe Calderón dice que “todos sacamos al pequeño priísta que llevamos dentro”…
—Sí, a veces les pasa a todos los políticos, incluso a los que nunca militaron en el PRI; es una cultura política que desgraciadamente ha permeado. Dicen que los conversos somos fanáticos.
Sin dinero... y frustrados
Publicamos ayer que en el PRD pedirán un crédito bancario de hasta 150 millones a bancos, ¿de recursos cómo andan?
—Andamos mal, no podemos andar de otra manera después de perder en la pasada elección federal 34% de las prerrogativas. Cualquier partido resiente eso. Estamos viendo un programa de austeridad para subsanar esa crisis financiera. Confío en que lo podemos hacer, el PRD está en una situación muy complicada. Pese a esa circunstancia adversa tenemos 4.5 millones de militantes.
¿Y esos 4.5 millones no estarán enojados, tristes…?
—Están frustrados muchos de ellos, pero con enorme energía latente y sed para el cambio que necesita el PRD. Hay muchas ganas, aunque también hay enojo, nadie se da por vencido.
¿Qué pasa con Papantla, Veracruz, y esos muchachos desaparecidos en un municipio perredista?
—Que se haga una investigación y se esclarezca la desaparición de los muchachos. Con objetividad y sin reparar en colores partidarios. La justicia es muy dura con los partidos de oposición y bastante laxa con el PRI.
Que sea parejito, pero que nos digan qué pasó en Tierra Blanca, porque ahí fue la policía estatal y no se ha llegado a la conclusión. Ahora todo mundo dice que en Papantla es policía municipal y subrayan que es gobernada por el PRD. Pero, ¿y el caso Tierra Blanca? ¿Y el caso de esta muchacha Daphne? Algunos dicen que ya hablé con el alcalde Marcos Romero, pero no. Le llamé al presidente municipal para buscarlo y no lo encontré.
¿Van a citar en el CEN del partido a Marcos Romero?
—Primero voy a hablar con Marcos Romero para que me explique qué está pasando y la información que tiene. Pediremos justicia parejita. Dicen que la justicia debe ser ciega, no, debe ser daltónica para no ver colores partidistas.
Agustín Basave Benítez se levanta de la silla. Debe volver al CEN para decidir si habrá castigo o no a los diputados del Estado de México vinculados la mayoría a Héctor Bautista, quienes votaron la llamada Ley Atenco.
Al final los miembros del comité nacional resuelven que no habrá penalización interna a los legisladores mexiquenses, que después se volverá a evaluar el asunto y entonces valorarán las nuevas circunstancias para ver si procede castigarlos o no.