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Ayer ya no hubo selfies en el andén de la estación Pino Suárez del Metro. Tampoco diputados perseguidos con cámaras por los pasillos del Sistema de Transporte Colectivo y menos, legisladores con cascos circulando por las calles en su bicicleta debido a la contingencia ambiental declarada el pasado 14 de marzo.
Después de 11 días de vacaciones por la Semana Santa, los diputados federales regresaron a la Cámara Baja para sesionar en el pleno de manera ordinaria, pero ya lo hicieron en los vehículos que normalmente utilizan para transportarse.
Este martes sólo hubo grandes camionetas y choferes para llegar frescos al Palacio Legislativo de San Lázaro. Esto, en contraste con el pasado jueves 17 de marzo, cuando los coordinadores parlamentarios del PRI y del PVEM, César Camacho y Jesús Sesma, respectivamente, decidieron trasladarse en Metro a la Cámara de Diputados.
En aquella ocasión, a César Camacho y a sus compañeros los encaró un usuario del Metro, quien dijo llamarse Salvador Sánchez, para reclamarles que solamente utilizan el transporte público para tomarse la foto.
“Ojalá usted y todo su séquito de colaboradores utilicen diario el Metro en horas pico y no a estas horas, porque hay horas en las que no cabemos. Ojalá usted y todos sus colaboradores utilicen el Metro de a de veras, no nada más para que usted se dé baños de pueblo en este tipo de necesidades, porque es una burla para el pueblo”, recriminó el ciudadano mientras circulaba el vagón del Metro.
Ayer, desde las ocho de la mañana, comenzaron a llegar las tradicionales camionetas al estacionamiento del sótano de la Cámara de Diputados, entre ellos, César Camacho y Jesús Sesma.
El priísta llegó a la Cámara de Diputados, bajó de su Jeep Grand Cherokee y aún no se anudaba la corbata.
—¿Y el Metro, diputado Camacho?
—Ahora no. Ahora es día normal. [Aquel] era un día que se había sugerido por la contingencia usar menos el auto. Nos íbamos a venir, como cada jueves, en bici, pero paradójicamente también nos sugirieron no hacer ejercicio al aire libre, eso es.
Mientras se colocaba el saco, adelantó que el próximo jueves un grupo de diputados del PRI utilizarán bicicleta para llegar a San Lázaro.
Minutos después llegó el líder del del Verde, también en su Jeep.
—¿Y el Metro, diputado Sesma, sólo fue el jueves?
—Cuando se pueda tomar algún tipo de transporte público nosotros lo hacemos de manera muy respetuosa e invitamos a todos quienes tengan posibilidad de hacerlo a contribuir, hoy vengo a la Cámara de Diputados y tengo [reunión] del Comité Ejecutivo al rato en mi partido. Lo más importante es contribuir y mandar ese mensaje de solidaridad cuando hay necesidad de hacerlo en la Ciudad de México para contribuir al no deterioro del clima.
Al preguntarle si no fue sólo oportunismo el jueves pasado, respondió: “Ojalá y tuviéramos ese oportunismo todos los días y todas las personas, lo más importante es que, cuando hay una situación de crisis, tenemos que cerrar filas y contribuir”.
El legislador del PVEM narró que lo volverán a ver en el Metro y en otros medios de transporte de la ciudad, “creo que el juzgar sin saber es un mal que muchas personas utilizan, pero estamos abiertos para enseñarles cómo se trabaja día con día”.
En tanto, el coordinador del PAN en San Lázaro, Marko Cortés, tampoco llegó a la Cámara de Diputados en bici, como el pasado jueves 17. Llegó del aeropuerto procedente de su natal Michoacán en uno de los transportes comunitarios que tiene su bancada.
“Es un compromiso con el medio ambiente, es una convicción y es un gusto, yo lo disfruto con mi familia, tengo mi bicicleta y está adaptada para llevar a mis dos hijos”.
De forma paralela, su bancada presentó una iniciativa para promover el uso de vehículos eléctricos o híbridos en los tres niveles de gobierno para bajar los niveles de contaminación en la Ciudad de México. Incluso, Marko Cortés probó un taxi eléctrico en el estacionamiento del recinto legislativo.
Este fue el martes de regreso de vacaciones en la Cámara de Diputados, y todavía queda un mes para sesionar y verificar cuántas veces más los legisladores usan el Metro o la bici.
