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Luego de tres meses en que se brindó apoyo a ciudadanos cubanos para llegar a Estados Unidos, el gobierno de México concluyó esta labor con la ayuda a 6 mil 3 isleños.
Esta ayuda se brindó en el marco de un convenio firmado entre naciones centroamericanas, con el cual se comprometieron Costa Rica, Panamá, El Salvador, Guatemala y México a dar salida a miles de migrantes cubanos que permanecieron varados en Costa Rica y Panamá en su ruta hacia Estados Unidos, luego de que Nicaragua cerrara su frontera.
Los nacionales cubanos tuvieron tres rutas de salida: vuelo de Costa Rica a El Salvador y traslado por tierra hasta Ciudad Hidalgo, Chiapas; vuelo directo de Costa Rica a Nuevo Laredo, Tamaulipas, y vuelo directo de Panamá a Ciudad Juárez, Chihuahua.
A su llegada a territorio mexicano, los cubanos recibieron de manera inmediata el documento provisional por razones humanitarias, que les permitió permanecer en nuestro país hasta 20 días, de manera legal, tiempo suficiente para que pudieran ser trasladados hasta la Unión Americana.
Según fuentes de migración, se tiene la seguridad de que los 6 mil 3 cubanos llegaron hasta Estados Unidos; ninguno permanece en territorio nacional.
Los vuelos directos hasta la frontera mexicana comenzaron a realizarse en febrero pasado.
Las secretarías de Gobernación y de Relaciones Exteriores expusieron que la ayuda fue posible gracias a las medidas, apoyo y colaboración que por razones humanitarias y desde una perspectiva de corresponsabilidad México y los gobiernos de la región impulsaron para salvaguardar la seguridad de los cubanos, incluidos menores y mujeres embarazadas que se encontraban en condiciones de alta vulnerabilidad.
Ayer se llevó a cabo el último vuelo de Costa Rica a Nuevo Laredo, Tamaulipas, que trasladó a 92 cubanos.
El primero de los grupos que se recibieron fue el del 13 de enero pasado en Ciudad Hidalgo, Chiapas, adonde arribaron siete grupos con un total de mil 256 migrantes isleños.
Según el Instituto Nacional de Migración, los gobiernos de Costa Rica y Panamá realizaron un total de 45 traslados de caribeños a las ciudades de Nuevo Laredo, Ciudad Juárez y Ciudad Hidalgo.
El paso de los antillanos por Centroamérica se intensificó con el restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, por el temor a que se elimine la Ley de Ajuste Cubano de 1961, que otorga facilidades a los isleños para obtener residencia estadounidense.