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La Arquidiócesis Primada de México apoya la iniciativa ciudadana 3 de 3 que busca que los servidores públicos, políticos y personajes de diferentes sectores den a conocer sus bienes, ingresos y conflicto de interés para combatir la corrupción.
En el editorial titulado “Contra la Corrupción”, la Arquidiócesis informó que se han sumado los obispos de México, en especial la Comisión Episcopal para la Pastoral Social, al apoyar la participación de la sociedad civil en la rehabilitación ética de la política para el fortalecimiento de las instituciones y los mecanismos legítimos de los que se vale la ciudadanía.
“La intervención de la Iglesia en este cambio de mentalidad es inédito al activar el interés sobre la erradicación de este mal, ante el cual no puede permanecer neutral ni como simple observadora”, destaca la Arquidiócesis.
Sin embargo, en la postura que hizo oficial en el semanario Desde la Fe, la Iglesia omitió decir si estaría dispuesta a que la iniciativa tres de tres sea suscrita por los principales jerarcas católicos, a fin de que den a conocer sus bienes y sus remuneraciones.
México —afirmó— es uno de los países más corruptos del orbe. A pesar de las promesas en discursos políticos, “la corrupción e impunidad son los brazos más fuertes de un Estado que se niega a cumplir con su cometido social, que no logra deshacer el nudo de las iniciativas oficiales de mentados sistemas anticorrupción”, subrayó.
El editorial aseguró que la sociedad civil viene ocupando un papel fundamental, sumando sus esfuerzos y logrando mayor transparencia en funcionarios públicos, condición ineludible para vencer la opacidad y procurar la justicia sin distinción alguna.
Por ello, dijo que esta iniciativa 3 de 3 es el resultado del empoderamiento de la ciudadanía; sin embargo, agregó, “hemos llegado a un punto en el que la ley se puede quebrar, así el corrupto aparece como impoluto funcionario, intocable e incorruptible cuando, en la realidad, testaferros se prestan para ocultar el flujo de la corrupción y del tráfico de influencias que jamás serán reportadas en sitios de transparencia, generando el autoengaño con apariencia de franqueza y honradez”.
Indicó que la corrupción es el mal lacerante y secular de la sociedad mexicana, puesto que toca, particularmente, los sanos procesos de nuestro desarrollo, la credibilidad y la confianza de las instituciones.
“Corrupción implica la deshonestidad de funcionarios públicos y de particulares al actuar fuera de los estándares de la ley, privilegiando la mezquindad personal a cambio de recompensas y prebendas, así como beneficios onerosos”, destacó.
El editorial señaló que estos son comportamientos ilegales justificados como “normales”, fenómenos culturales relativamente inocuos, donde las transas son lo justo, lo que afianza los entramados de la corrupción que no serían posibles si se vieran sometidos a los dictados de la ley.
“Nos hemos convertido en un sistema cleptocrático, donde la corrupción es una forma de influir en las decisiones públicas e intervenir en los distintos órdenes de gobierno por el pago de favores como moneda corriente, a cambio de fueros e influyentismo”, dice.
La Arquidiócesis asegura que la iniciativa representa una oportunidad novedosa y loable en el cambio de paradigmas sobre la imagen que tenemos de los servidores públicos.
Dijo que la propuesta es ambiciosa, pues busca elevar a rango de ley la rendición de cuentas a través de declaraciones patrimoniales, de intereses y fiscales, además del endurecimiento de las sanciones por responsabilidad de los servidores públicos.
Desde su análisis, la mejor forma de combate es actuar en consecuencia desde el papel que nos toca jugar.
“En la Iglesia, haciendo caso al papa Francisco, se trata de no caer en la tentación de la resignación ante la realidad, ni atrincherarnos en nuestras sacristías y aparentes seguridades para ser capaces de arriesgar y proyectar, de colaborar con responsabilidad y compromiso en la construcción de un México más honesto y justo, de una sociedad que no se resigne a la cultura de la mordida, ni justifique el cáncer de la corrupción que hoy por hoy, junto con la inseguridad y la pobreza, son los flagelos que agobian a la sociedad mexicana”, subrayó.