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Jesús Ortega y Jesús Zambrano, líderes fundadores de la principal corriente del PRD, Nueva Izquierda o Los Chuchos, se hicieron ayer a un lado para integrarse ahora a una dirección colegiada provisional de 20 integrantes que trabajará hacia el relevo generacional.
“Una izquierda democrática está en contra de la concentración del poder y de las decisiones”, advirtió Ortega Martínez, hasta ayer coordinador nacional de Nueva Izquierda, al exponer la lista de integrantes que aceptados que compartirán el liderazgo con él y con Zambrano.
En sus 15 años de vida, la corriente había sido dirigida sólo por los dos Chuchos y por los ahora legisladores Miguel Barbosa y Guadalupe Acosta, quienes rompieron con esa corriente para encabezar el Frente de Izquierda Progresista (FIP) y Los Galileos.
Ayer, en Convención Nacional de Nueva Izquierda, se acordó la ruta crítica: la dirección grupal preparará el proceso para, en agosto, elegir una dirección definitiva con órganos estatales y municipales.
Esa nueva dirigencia colectiva se preparará para ir de nuevo por la presidencia nacional del PRD en 2017 y “reafirmar nuestra fuerza hegemónica” en el partido, advirtió Ortega Martínez.
La elección del grupo se dio entre protestas de exclusión de los perredistas de Guerrero, el reclamo de grupos de la diversidad sexual por haber quedado fuera, y una rebelión de jóvenes por ausencia de discusión interna para que consensuaran a sus tres representantes.
En la dirigencia colectiva quedaron Erick Villanueva, Edgar Pereira, Alejandra Tello, Guadalupe Almaguer, Rogelia Hernández, Patricia Gutiérrez, Tania Roque, entre las ocho mujeres. Además quedó Zambrano, Javier Salinas Narváez, Carlos Navarrete, Víctor Hugo Lobo y Julio César Moreno.
Ortega dijo que el paso de “compartir el poder” debería ser imitado por otras corrientes y partidos. “Pero en otros partidos las decisiones las toma una persona, en el PRI es el Presidente; en Morena, Andrés Manuel López Obrador.