La figura de candidatura simpatizante, que recién creó el Partido Revolucionario Institucional (PRI), representa un pragmatismo generado por el instituto político para hacer frente a los independientes, coincidieron distintos analistas. La presión social y la falta de credibilidad, señalaron, es lo que llevó al partido a proponer esta figura, que seguramente encontrará entre su militancia.

En noviembre de 2015 el Consejo Político Nacional del PRI aprobó abrir la posibilidad de que ciudadanos simpatizantes participen bajo sus siglas en los procesos electorales.

Su participación se admitirá cuando se compruebe que los simpatizantes tienen más prestigio, fama pública y aceptación que los propios integrantes del partido.

El dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, comentó en su momento que esta nueva figura “es la muestra de un partido que evoluciona y es moderno”.

Negó que exista contradicción entre el fortalecimiento de la estructura partidista y la apertura a la participación ciudadana.

Para que un ciudadano externo se convierta en candidato del PRI, lo primero que deberá hacer es manifestar su simpatía con los principios ideológicos del partido. Si ese ciudadano es más conocido, más competitivo y mejor evaluado que un militante, entonces podrá aspirar a ser el candidato del partido.

Recientemente, el PRI consideró al ex presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Gerardo Gutiérrez Candiani, como una figura externa que podría haberlo abanderado para la gubernatura de Oaxaca.

El partido solicitó hacer estudios de opinión para medir la aceptación de Gutiérrez Candiani entre los oaxaqueños.

Sin embargo, la candidatura recayó en el militante e hijo del ex gobernador José Murat: Alejandro Murat.

HACERLES FRENTE

Luis Carlos Ugalde, ex consejero presidente del IFE (hoy INE) consideró que esta nueva figura creada por el partido es una respuesta al desafío de los candidatos independientes.

“Lo que está haciendo el PRI es dar flexibilidad para que en algunos casos pueda recurrir a políticos sin partido: líderes sociales, líderes empresariales, y postularlos. Si puede integrar a personas que están fuera de su estructura, de alguna forma está reaccionando a una petición de la sociedad”, comentó.
Sin embargo, consideró, lo que se requiere son políticos honestos y competentes.

“Si los partidos postulan candidatos honestos y competentes, gana el partido, gana la sociedad. Creo que esta flexibilización puede llevar a encontrar buenos aspirantes. Pero también es cierto que los partidos los pueden tener dentro de sus filas”, indicó.

Por su parte, el politólogo Édgar Ortiz Arellano destacó que el PRI es el instituto político con más militantes, mayor cobertura en municipios y, en consecuencia, con mayor número de posibles aspirantes a candidatos.

“Obviamente, con toda esta dinámica que se generó a partir de las candidaturas independientes y del clamor ciudadano por ellas, el PRI se alinea a la demanda, pero también responde a una cuestión pragmática. Es decir: ‘Vamos a elegir no necesariamente al militante que tiene más méritos al interior del partido, sino a aquella persona que puede garantizarnos el triunfo’. Esa es la estrategia”, mencionó.

El politólogo añadió que este cambio al interior del PRI responde a una presión social; sin embargo, en algún momento podría causar algunos conflictos al interior de su esctructura “porque lo que al partido le sobra son militantes” que aspiran a ser candidatos.

“Seguramente vamos a seguir viendo casos como el de Oaxaca, donde hubo una presión por parte de un grupo de interés que deseaba que Murat fuera el candidato. Por lo menos en términos mediáticos, el asunto de candidatura ciudadana está presente y el PRI se mantiene en esa lógica que solicita la ciudadanía”, comentó.

En caso de que el PRI en algún momento postule a un candidato simpatizante y logre ganar, indicó, lo que se deberá revisar es con qué ideología va a gobernar.

Por su parte, Alberto Aziz Nassif calificó la figura de candidato simpatizante como “un híbrido de candidatura independiente”.

“Parece una pieza ad hoc para disimular una suerte de candidaturas medio independientes. Esta figura es como un híbrido: es un simpatizante y también un independiente, no está registrado, pero iría al proceso con las siglas del partido”, expresó.

Aziz Nassif mencionó que el PRI puede recurrir a la figura de candidato ciudadano para hacer frente al desprestigio que actualmente afecta a todos los partidos.
“Parece que tiene la intención de entender cómo contrarrestar a los independientes, quienes les pueden quitar votos”, manifestó.

Empero, añadió, dentro del PRI siempre ha habido grupos internos conservadores que seguramente harán lo posible para impedir una candidatura ciudadana.

El analista Rafael Loret de Mola coincidió en que la decisión del PRI de crear la figura de candidato simpatizante responde a debilidad institucional que vive el partido.

“Ya no es capaz de encontrar dentro de sus filas, como antes, a candidatos fuertes. Pero también es claro que quiere hacer frente a las candidaturas independientes, porque les pueden hacer sombra”, aseguró.

Loret de Mola detalló que el problema de los partidos políticos es que han perdido la confianza de la sociedad.

“Yo creo que ya hay suficiente conciencia entre quienes están interesados en la vida política, para no caer en esas figuras del PRI, un PRI caduco”, destacó.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses