El senador del PAN, Javier Lozano, afirmó que el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, “quiere repartir culpas” al señalar que le dejaron una “bomba de tiempo” cuando magistrados conceden amparos para que rivales de grupos criminales se mezclaran en el penal Topo Chico, donde tras una riña murieron 49 personas.
“El amparo es un mecanismo para garantizar los derechos humanos fundamentales y debería conocer que eso es algo consagrado en la constitución y tiene que respetarlo. Eso no exime de la necesidad de tener controles y protocolos más estrictos al interior del penal, sobre todo por las advertencias que había”.
Lozano Alarcón recordó que por la peligrosidad de los reos, el gobierno local debería de tener más orden y mejores protocolos, porque nadie puede explicar que a la medianoche abran las celdas y se maten entre ellos.
“Es increíble que él reconoce que había un autogobierno, que no tenía el control del penal, y ahora no le puede echar la culpa al sistema judicial, al sistema penitenciario, a los gobiernos anteriores y a los partidos políticos”.
El senador panista dijo que “El Bronco” se tardó en “accionar y reaccionar”, porque en campaña prometió que en 100 días tendría resuelto el tema de los penales; despreció el convenio que tenía con el Ejército para la seguridad de los mismo, y reacciona tarde con su policía y al dar la cara para informar lo que estaba pasado, lo que evidencia es una gran torpeza porque minimizó los problemas.
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