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“Por favor, no se olviden de rezar por mí”, pidió el papa Francisco a los niños enfermos durante su visita al Hospital Infantil de México Federico Gómez. Aprovechó la ocasión para recordarles a los médicos, personal de salud y a los papás que los pacientes no sólo necesitan medicamentos, también cariñoterapia.

“Quiero pedirle a Dios que los bendiga, los acompañe a ustedes y a sus familias, a todas las personas que trabajan en esta casa y busquen que esas sonrisas sigan creciendo cada día”, les dijo Jorge Mario Bergoglio.

A las 17:00 horas, el Obispo de Roma arribó al hospital acompañado del cardenal Norberto Rivera, donde saludó a niños, padres de familia y personal.

Fue recibido por Angélica Rivera, esposa del presidente de México; José Narro Robles, secretario de Salud, y José Alberto García Aranda, director general de ese hospital.

El Papa saludó, acarició y hasta rezó con algunos niños.

En su mensaje, el jerarca católico dio las gracias “a todas las personas que no sólo con medicamentos sino que con la cariñoterapia ayudan a que este tiempo sea vivido con mayor alegría”.

A los pequeños les comentó que el personal médico y las enfermeras, los bendicen con sus cuidados, “pero ustedes también tienen que aprender a bendecirlos a ellos, pedirle a Dios que los cuide”.

El Pontífice le preguntó a los niños: “¿Conocen al indio Juan Diego? Cuando el tío de Juanito estaba enfermo, él estaba muy preocupado y angustiado. En ese momento se aparece la virgencita de Guadalupe y le dice: ‘no se turbe tu corazón ni se inquiete cosa alguna, ¿no estoy yo aquí, que soy tu Madre?’”.

Pidió a los niños que cerraran sus ojos y que le pidieran a la Virgen lo que quisieran desde su corazón.

Durante su discurso, un pequeño le gritó: “¡Papa te amamos!”.

Angélica Rivera, presidenta del DIF nacional, le dio la bienvenida al Papa, y le expuso que pide a Dios para que a él le siga dando la luz y la fortaleza que con gran humildad ha demostrado.

“Usted es grande por lo que dice, pero es mucho más grande por todo lo que hace. Su mensaje de amor y de paz lo vamos a guardar todos en nuestro corazón, desde el fondo del alma y llenos de alegría le decimos muchas gracias por acompañarnos”, indicó.

Al termino de su mensaje, el Obispo de Roma fue rodeado por los niños que buscaban abrazarlo y él les entregó un rosario a cada uno. Pasó después a la Unidad de Hemato-Oncología, donde aplicó la vacuna oral antipolio a un pequeño. Ahí saludó a 25 pacientes con cáncer en el área de quimioterapia.

Una menor le cantó a capella el Ave María, y el Papa jesuita la acarició y le dio un beso.

Después entró al área de juegos, en donde lo esperaban los pequeños Luz Elena y Lázaro, quienes tocaron la campaña como señal de que están dados de alta de sus enfermedades. Francisco también la tocó, acarició a los niños y platicó con sus papás que pidieron bendiciones para todos los menores que están enfermos.

El líder católico regaló al Hospital Infantil una pintura del artista Franco Fontanella, el cuadro de la Virgen con el Niño, mientras que el Patronato del Hospital Federico Gómez le obsequió un libro y una medalla.

A las 18:15 horas salió del hospital rumbo a la Nunciatura en medio de aplausos y porras de la gente.

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