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suzzete.alcantara@eluniversal.com.mx
La diputada federal y aspirante la gubernatura de Oaxaca, Mariana Benítez, asegura que es tiempo de que el estado sea gobernado por una mujer, de construir acuerdos no sólo en el ámbito político y empresarial, sino con las oaxaqueñas y oaxaqueños, pues sólo así se podrá construir una mejor entidad.
Dice que en caso de no salir favorecida al interior del PRI, no dejará las filas del tricolor y mucho menos contenderá como independiente, pues entiende que esa figura surgió para ciudadanos que no desean competir bajo las siglas de un partido, no para políticos resentidos.
La ex subprocuradora Jurídica y de Asuntos Internacionales de la PGR agrega que el PRI tiene muchas posibilidades de recuperar la gubernatura, siempre y cuando haya aprendido de sus errores y deje atrás prácticas “añejas y rancias”.
En entrevista con EL UNIVERSAL, resalta que está dispuesta a sumar y no a restar, lo que no significa que esté pensando en declinar por algún compañero tricolor. Asienta que su relación con el ex procurador Jesús Murillo Karam no es un obstáculo, toda vez que ella no participó en las investigaciones de los hechos ocurridos el 26 y 27 de septiembre en Iguala, Guerrero.
¿Por qué contender por la gubernatura?
—El estado ha llegado a un punto en que la gente, mi familia, mis conocidos, sabemos que las cosas no pueden seguir así en Oaxaca. Por muchos años, yo te podría decir que por décadas, hemos padecido desigualdad, pobreza; hemos padecido la falta de desarrollo y desde luego que yo creo firmemente en que la solución está en nosotros. Creo firmemente en que la ciudadanía se debe involucrar, pero para que eso suceda tiene que haber una respuesta por parte del gobierno que le permita ganar su legitimidad para poder ejecutar y llevar a cabo medidas que vayan a hacer un cambio profundo (...) Yo sí le apuesto a que se tiene que hacer con la gente, tenemos forzosamente que hacer una alianza con la ciudadanía para poder reconstruir Oaxaca.
¿Qué tiene Mariana que no tienen los otros contendientes a la gubernatura?
—Ofrezco unidad y ofrezco concordia, ofrezco sumas y no restas, esto no quiere decir que lo que yo tengo no lo tienen los demás, pero en lo que sí puedo tener claridad, es que soy alguien que no busca ni dividir, ni le apuesto a la anulación del otro, le apuesto a la suma de todos (...) también ofrezco energía, honestidad y todos mis conocimientos y experiencia al servicio de mi estado.
En caso de no ser la candidata, ¿renunciaría al partido para ser independiente?
—Definitivamente no dejaría al PRI, ni me iría como independiente. Me parece que esa figura se tiene que dejar precisamente para los ciudadanos que no tienen interés en participar por las siglas de un partido o que no han encontrado en los partidos un canal o una opción, pero no surgió para políticos desairados, no voy a hacer eso.
¿El PRI puede recuperar Oaxaca?
—Sí, tengo plena convicción de que lo podemos hacer, por dos razones: primera, el PRI aprendió de sus errores, quiero pensar que así es con todos los contendientes del partido, que identificamos las flaquezas y debilidades nuestras; segundo, estoy convencida de que los oaxaqueños y oaxaqueñas se dieron cuenta que esas alianzas antinaturales, pragmáticas, que vivimos en 2010, no dan como resultado gobiernos eficientes.
El conflicto magisterial es un tema de los que más pega al estado. ¿Qué hacer ahí?
—Uno de los principales retos en Oaxaca es que se aplique la ley (...) Me parece que ese es el problema sistémico en Oaxaca, la falta de orden y de respeto a las normas, un problema como el educativo, que ya va caminando, no digo que esté resuelto, pero por primera vez en décadas estamos en la ruta correcta que apunta a mejorar nuestro sistema educativo, porque habiendo educación desde luego que pondremos los cimientos para ir transformando nuestro estado.
La saben cercana al ex procurador Jesús Murillo Karam, ¿eso perjudica o abona?
—Yo lo he explicado en Oaxaca y a cualquier persona que lo pregunte: la tragedia de Ayotzinapa fue una tragedia muy dolorosa que nos duele a todos, más a los que somos padres, nos duele mucho lo que ha pasado.
En el tema de la investigación que hizo la Procuraduría, hasta el momento se mantiene, no ha habido una verdad o una nueva hipótesis que la reemplace, y eso se tiene además que reemplazar en los tribunales, no en los medios de comunicación, eso por un lado; segundo, desafortunadamente, porque como mexicana me hubiera encantado contribuir y aportar en esa investigación, pero desafortunadamente yo no participé, porque no era estrictamente materia de mi competencia, yo era subprocuradora Jurídica y de Asuntos Internacionales, pero además en ese mes que ocurrió la investigación, en el mes más importante de la investigación, yo estuve fuera de la Procuraduría, yo di a luz el 30 de septiembre, entonces no hay forma de que me atribuya nadie alguna decisión que haya tomado en torno a esa investigación.
¿Cree que la balanza al interior del PRI pudiera inclinarse en su favor?
—Me siento lista y estoy puesta para hacerlo, me siento con la energía, madurez profesional y personal que necesito, cuento con todo el apoyo de mi familia y el de mi marido que requiero para dar un paso adelante si esa es la decisión del partido. Creo que es el momento de las mujeres en Oaxaca, creo que en toda su historia Oaxaca no le ha dado la oportunidad a las mujeres, a no ser que sea en 2016, pues no encuentro una razón objetiva que me explique alguien por qué no se le puede dar la oportunidad a una mujer para gobernar en 2016.
¿Ha platicado con el líder nacional de su partido, Manlio Fabio Beltrones?
—He platicado con todos los actores relevantes del partido, con muchos militantes, con actores sociales en Oaxaca; desde luego he platicado con empresarios, es decir, es parte de lo que uno tiene que ir haciendo para sumar, y la verdad es que mi vocación es ser abierta (...) A mí no me espantan los colores ni las filias, ni las fobias ancestrales de otras personas; yo me puedo sentar con cualquier persona del ámbito político y social en Oaxaca y dialogar y pretender construir algo para el estado, si eso suma, ¡por supuesto!