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Revertir el desorden estructural urbano es un gran reto. Por muchos años, “hemos construido ciudades fragmentadas, con polos de riqueza y al mismo tiempo gente que vive en condiciones de pobreza, y eso polariza, genera encono, resentimiento, violencia, y todo eso lo tenemos que reconstruir”, afirma la titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Rosario Robles Berlanga.

En entrevista con EL UNIVERSAL, la funcionaria reconoce que tiene una importante labor al frente de la dependencia que por muchos años se dedicó al reparto agrario y ahora habla del objetivo de obtener resultados a través de “la gran reforma urbana”.

En sus oficinas de la colonia Cove, en el Distrito Federal, Rosario Robles accede a la conversación en medio de una apretada agenda en la que acude a actos oficiales y atiende a personas con quienes aborda cuestiones urbanas y del medio rural.

Robles Berlanga define que el presidente Enrique Peña Nieto le dejó a su cargo el territorio nacional, asegura que los programas que se desarrollan en la Sedatu no son populistas y destaca las tareas que tiene por delante.

“Hablamos de la necesidad de ordenar el territorio, de ir a una gran reforma urbana, de planear las ciudades y de lograr que el desarrollo sea también mucho más ordenado, con ciudades sustentables, compactas, acogedoras, amigables. Ciudades para convivir, que eso es lo que queremos todos”, expone Robles, quien rechaza que la Secretaría a su cargo se dedique más a la estrategia de vivienda y deje atrás el aspecto agrario.

¿La Sedatu se está convirtiendo más en viviendera que en una instancia de atención al sector agrario?

—No. Sedatu tiene que hacer su parte agraria, su lado rural sigue siendo un aspecto importante.

La vivienda es un elemento que permite ordenar, porque ahora con esta nueva política ya no se está construyendo lejos de los centros de trabajo, sólo en los perímetros en que está establecido que pueden otorgarse subsidios, que estén basados en los planes de desarrollo urbano de los municipios, que permitan redensificar las ciudades.

Entonces, la vivienda es un instrumento de este proceso de planeación y de ordenamiento territorial, pero la visión tiene que ser amplia, tiene que ser de reforma urbana, de derecho a la ciudad, una visión en muchos casos metropolitana y de megalópolis, como es el caso de esta gran ciudad de México y de toda su zona conurbada.

¿Qué implica?

—Es movilidad, es infraestructura, son espacios públicos, son muchos aspectos con los que tiene que ver esta Secretaría. Y cuando hablamos de movilidad, estamos hablando de ir favoreciendo y fortaleciendo los esquemas de movilidad que privilegian el uso del transporte masivo o de llegar caminando al trabajo o de llegar en bicicleta, de poder caminar por las calles porque son peatonales.

Es todo un esquema de desarrollo que hay que premiar, que hay que fortalecer, que hay que financiar y que es muy importante para hablar de ciudades compactas, por eso esta instrucción del presidente Enrique Peña Nieto de que la vivienda esté cerca de donde la gente trabaja, para que la accesibilidad del trabajo sea mucho más sencilla.

¿El programa Un Cuarto Más es populista?

—No, es un derecho a una vida digna. Es el derecho a la ciudad, que es un derecho de nueva generación y supone una vida digna.

Supone muchas cosas, como poder disfrutar el espacio público con seguridad, tener acceso al agua, a la electricidad, al saneamiento, al esparcimiento, a la cultura. El derecho a la ciudad implica muchos aspectos, pero una parte nodal y fundamental de este derecho a la ciudad es el derecho a una vivienda digna.

¿Cuáles son los ejes principales de la estrategia de la Sedatu?

—La reforma urbana, y lo que hemos denominado como el derecho a la ciudad, implica el rescate de espacios públicos, concebir a la ciudad como un colectivo solidario en el que todos debemos tener acceso a los bienes públicos, sin exclusión de ninguna naturaleza, ni por género ni por raza ni por edad ni por discapacidad.

Otro de los grandes ejes es esta nueva política de vivienda que acerca ésta al centro de trabajo, que es una vivienda de por lo menos dos habitaciones para evitar el hacinamiento. Además, ahora con un cuarto más permite ampliar y mejorar la vivienda de quienes están en condición de mayor pobreza.

Y desde luego, todo el tema de certeza jurídica y regularización, que es un acto de justicia cotidiana, de cómo la gente puede acceder más fácilmente a tener los papeles, que en esta Secretaría corresponden de regularización, de escrituración, de acceso a una vivienda de manera más fácil y accesible, sin tener que pasar por intermediarios ni pagando cuotas de ninguna naturaleza, porque son derechos que deben ejercer plenamente los ciudadanos.

Dice usted que el presidente Enrique Peña Nieto le dejó a cargo el territorio del país...

—Sí, porque estamos hablando que esta secretaría tiene una función muy importante, la de ordenar el territorio, la de encontrar este equilibrio entre lo urbano y lo rural, porque además partimos de que tres de cada cuatro mexicanos vivimos en centros urbanos, de los más pequeños hasta las megalópolis. Entonces, no podía seguir siendo una Secretaría de la Reforma Agraria, sino que tenía que estar al parejo de esta modernización que ha habido en el país y de esta urbanización que ha habido y que muchas veces ha sido una urbanización desordenada, no planeada. Insisto, hemos construido ciudades fragmentadas, con polos de riqueza y al mismo tiempo gente que vive en condiciones de pobreza y eso polariza, genera encono, genera resentimiento, genera violencia, y todo eso tenemos que ir a reconstruir.

Hablamos de la necesidad de ordenar el territorio, de ir a una gran reforma urbana, de planear las ciudades y de lograr que el desarrollo sea mucho más ordenado y con ciudades sustentables, compactas, acogedoras, amigables para convivir.

Y ahí entran muchos esquemas: la vivienda, pero entra también el rescate de los espacios públicos, entra el hábitat, entran los esquemas de poder transitar y disfrutar la ciudad sin ser víctima del acoso y del hostigamiento que normalmente nos pasa a las mujeres o sin que un joven sea criminalizado por su aspecto mientras está transitando por la vía pública.

Y en esto también es importante el programa Un Cuarto Más, que entre otras cosas pretende revertir el hacinamiento.

¿Se puede combatir el hacinamiento si se piensa que en una casa pequeña, sólo ponen un muro, es decir, un cuarto más, pero sigue siendo el mismo espacio y el mismo número de integrantes de familia?

—Hay una clasificación que establece el Coneval, que mide la calidad y los espacios de la vivienda, que es uno de los indicadores para medir la pobreza multidimensional. Coneval establece que más de 2.5 de personas durmiendo en la misma habitación ya es hacinamiento. Entonces, el fenómeno ha sido variado, gente que emigra a las ciudades y que construye su propia vivienda y normalmente construye un solo cuarto.

Entonces, ahí hay un gran reto porque estamos hablando de quienes viven en la condición más precaria y de mayor pobreza justamente en los centros urbanos.

También hay instituciones, como el Infonavit, que contribuyeron a esta situación de hacinamiento, porque durante el periodo 2002 y 2012 construyeron vivienda de una sola habitación y entonces tenemos que corregir esa situación estructural de viviendas que fueron construidas por el Infonavit.

¿Cómo se trabajará para este programa de Un Cuarto Más?

—En dos segmentos: el de afiliados a Infonavit, es decir, trabajadores que pertenecen a este régimen, y el segmento de los no afiliados, de quienes están fuera de la economía formal, pero que son millones en las ciudades, que son precisamente los más pobres de las ciudades para mejorar y ampliar su vivienda.

¿Cuál es el objetivo?

—Ciudades menos fragmentadas, menos excluyentes, más incluyentes. Sobre todo, el ejercicio de un derecho que no es solamente es el de la vivienda, sino el derecho a la ciudad, que nosotros queremos rescatar desde la Secteraría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.

¿Cuánto de presupuesto se ha asignado para ello?

—Tenemos varios fondos a partir de los cuales estamos hablando de la posibilidad de tener 500 mil cuartos adicionales en 2016.

En primer lugar, estamos planteando mezclar fondos con los gobiernos estatales y municipales a través de diversos programas que ellos tienen.

¿Hay un estimado global de cuánto dinero sería?

—Estamos hablando de unos 20 mil millones de pesos que le estaríamos inyectando a la economía, que generarían además una nueva industria, vinculada sobre todo a la pequeña y mediana empresa. Que vean en esto un nicho de mercado importante, que vean una utilidad y que participen con una responsabilidad social, en ir cerrando las brechas y en generar ciudades más incluyentes.

¿Cómo se va a seleccionar a quienes se les hará este cuarto adicional?

—Infonavit lo tiene claramente establecido en su dinámica. Considera un universo potencial de casi un millón de viviendas que se construyeron con un solo cuarto.

Se establece una serie de criterios a 400 mil que van a ir a visitar casa por casa, porque tendrá que ser un crédito adicional, que la gente dirá: “sí me interesa” o “no me interesa”. Es una decisión de la familia, de la persona, del derechohabiente, para decidir si les interesa el cuarto adicional.

¿Hay otro universo?

—El otro es el de los no afiliados. Traemos un primer esquema que levantamos desde Sedesol de familias en condiciones de pobreza y cuáles eran sus carencias.

Tenemos más o menos identificados quiénes tienen piso firme, techo firme, muro firme, y sólo les faltaría el cuarto adicional.

¿Coneval hará una encuesta panel para este programa?

—Sí, le vamos a pedir a Coneval indicaciones de cómo tendríamos que levantar un padrón de quiénes van a ser los intervenidos, con los que vamos a ir con este cuarto adicional. Un listado de quiénes van a ser estas 500 mil familias, de las cuales alrededor de 300 mil son de Infonavit y las otras 200 mil del esquema de los no afiliados.

Teniendo esta masa de 500 mil, teniendo estos nombres y apellidos, los toma Coneval y después de un tiempo razonable se hace la encuesta panel y nos podrá decir si ha habido o no un impacto en este indicador.

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