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La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) expresó su rechazo a la decisión tomada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, de no presentar cargos penales en contra de los agentes responsables de la muerte del mexicano Anastasio Hernández Rojas, fallecido el 28 de mayo de 2010 por el uso excesivo de la fuerza de agentes fronterizos.
La Cancillería destacó que esta determinación se contrapone al espíritu de colaboración impulsado por los gobiernos de ambos países; así como a los esfuerzos de la red consular connacional, que busca la procuración de justicia y fomentar lazos de confianza entre la comunidad y sus policías.
“La decisión genera la percepción de que las acciones indebidas de los oficiales encargados del cumplimiento de la ley quedan impunes”, apuntó.
Detalló que está decisión se toma a más de cinco años en los que el connacional fue privado de la vida a manos de agentes de la Patrulla Fronteriza, quienes le aplicaron choques eléctricos en repetidas ocasiones y lo golpearon, a pesar de que la víctima se encontraba en el suelo, sometida y desarmada.
Reiteró el compromiso del gobierno mexicano de brindar protección y asistencia consular a sus nacionales; mientras que en el caso del connacional Anastasio Hernández Rojas, por medio del Consulado General en San Diego, se continuará dando seguimiento al desarrollo del proceso civil en curso.
Hernández Rojas, de 48 años, fue agredido a golpes y descargas eléctricas por 20 agentes fronterizos estadounidenses cuando intentó resistirse a ser deportado por la garita de San Ysidro hacia la Puerta México en Tijuana; murió por muerte cerebral causada por la golpiza que le propinaron.
EL UNIVERSAL publicó en febrero de este año que de 2006 a la fecha se habían registrado 74 mexicanos muertos por el abuso policiaco o el uso desproporcionado de la fuerza por elementos de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.
