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En los estados de Oaxaca, Guerrero y Chiapas maestros adheridos a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) realizaron mítines, marchas y en algunos casos recurrieron al vandalismo para impedir la primera jornada de la evaluación docente para examinar su desempeño, pero no lograron el objetivo ante la amplia participación.
Los maestros realizaron pintas en las fachadas del Palacio de Gobierno de Oaxaca y algunos comercios que se ubican en el zócalo.
Con la leyenda “No a la evaluación punitiva” en colores rojo y negro, las pintas fueron hechas tanto en las fachadas como en los pilares de los portales.
A pesar de que en Oaxaca la prueba será hasta los días 28 y 29 de noviembre, los representantes de los sectores Valles Centrales y Sierra convocaron a una marcha que inició en la sede del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO).
Los manifestantes vandalizaron las oficinas de la Dirección de Evaluación, ubicadas sobre la misma carretera 190 en el municipio de San Sebastián Tutla, donde quemaron una lona en la puerta principal, rompieron vidrios y medidores de luz, cortaron los cables de la conexión eléctrica, además de pintarrajear la fachada.
En Chiapas, los maestros de la Sección 7 se movilizaron de cuatro puntos al centro de Tuxtla Gutiérrez, donde instalaron sus campamentos para un paro de actividades de 72 horas.
Mientras que en Guerrero, padres de familia de los 43 desparecidos de Ayotzinapa, maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación Guerrero (CETEG) y otras organizaciones bloquearon la Autopista del Sol para exigir la presentación con vida de los estudiantes y rechazar las evaluaciones al magisterio.
El bloqueo inició alrededor de las 11:30 horas y se realizó de manera intermitente.
Después, los manifestantes realizaron un mitin frente al Palacio de Gobierno, en Chilpancingo, donde alrededor de 500 personas se congregaron para exigir que se dé marcha atrás a la reforma educativa.