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Verónica Judith Sánchez Valle estrenó el cargo de magistrada en junio de 2015 y hace cinco años obtuvo una maestría en Derecho por el Tecnológico de Monterrey, pero en su expediente también hay dos amonestaciones por falta de profesionalismo.
Como jueza en materia de procesos penales federales, sufrió el embate de la Procuraduría General de la República (PGR) cuando resolvió dejar en libertad a una persona que era requerida en extradición por la justicia de Estados Unidos. Su argumento es que el acusado de lavado de dinero tenía los apellidos invertidos, por lo que podía tratarse de personas distintas.
Bajo el mando de la entonces procuradora, Marisela Morales, se le intentó acusar de delitos contra la administración de la justicia, pero la imputación nunca prosperó. Sin embargo, según el historial del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), como titular del Juzgado Décimo de Distrito de Procesos Penales Federales en el DF se hizo acreedora a dos amonestaciones públicas por falta de profesionalismo, según los expedientes administrativos 662/2006 y 474/2009.
Luego de esas amonestaciones, consideradas no graves, y de su enfrentamiento con la PGR, abandonó la materia penal y comenzó a impartir justicia en materia administrativa. Egresada de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, es magistrada del Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito, con sede en el Estado de México.
Ha sido oficial, actuaria, secretaria de Acuerdos y jueza de distrito, cuenta con cursos y especializaciones en materia de amparo, justicia federal para adolescentes, y delitos bancarios y cibernéticos, entre otros.
