Más Información
politica@eluniversal.com.mx
Aunque no ve a Agustín Basave como un salvador ni mesías del PRD, mucho menos con poderes absolutos dentro del partido, el coordinador de la corriente Nueva Izquierda (NI), Jesús Ortega Martínez, aclaró que las tribus respetarán las decisiones políticas del recién electo presidente perredista, incluso las acompañarán.
En entrevista con EL UNIVERSAL en sus oficinas de la colonia Roma, mismas que dejará en febrero de 2016 porque también será relevado del cargo, el líder de Los Chuchos aseveró que en el PRD no existe la figura de un presidente “omnímodo” que todo lo abarca y con poderes absolutos, “en el PRD no hay la existencia de un individuo que tiene la verdad absoluta, eso en el PRI, en Morena, en otros partidos”.
Para Ortega Martínez, el relevo en la dirigencia nacional significan tiempos de renovación de la identidad perredista, pues ya no caben los viejos caudillos, como Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador.
Cuestionado sobre las alianzas rumbo al proceso electoral 2016, Ortega Martínez mantiene su postura de ir con fuerzas progresistas de izquierda, pero en algunos casos donde los gobiernos priístas “le hagan daño a la gente”, podrían aliarse con el PAN, con el único objetivo de quitarle el gobierno al PRI, por ejemplo, en entidades como Quintana Roo, Veracruz e Hidalgo.
Exige al PRD dejar de rogar a Andrés Manuel López Obrador para que configuren una alianza.
¿Qué vieron en Agustín Basave para que hubiera un acuerdo de todas las corrientes, podría ser el salvador del PRD?
—No creo en los salvadores ni en los mesías de la patria, ni tampoco en los salvadores del partido ni en los personajes omnímodos que todo lo saben y que nunca se equivocan. Esa visión de liderazgo la rechazamos totalmente, no la compartimos.
Lo que vimos en Agustín Basave, desde Nueva Izquierda, es un personaje y ciudadano con experiencia política, no le es ajena; también es un estudioso de la política, gran parte de su vida se ha dedicado a eso, es un académico, conoce bien de la política nacional y de otros países.
Me incliné para que Basave fuera presidente porque es un socialdemócrata convencido y yo comparto que la socialdemocracia es alternativa de gobierno y programática en México. El extremismo ultraizquierdista fracasó en el mundo y también en México.
¿Basave tendrá libre albedrío de las corrientes, incluso para nombrar a su Comité Ejecutivo Nacional?
—En el PRD no hay la figura del presidente omnímodo con poderes absolutos, en el PRD no hay la existencia de un individuo que tiene la verdad absoluta, eso en el PRI, en Morena, en otros partidos, pero en el PRD, no. El presidente del PRD representa al partido y al Consejo Nacional, pero gobierna con el partido y el Consejo Nacional.
En nuestro estatuto hay una figura que se llama el Consejo Nacional, que se constituye por personas que participaron en una elección universal, directa y secreta, y se convierten en especie de grupos parlamentarios de las corrientes. Como en cualquier régimen parlamentario, los grupos, en este caso las corrientes, participan en el Consejo Nacional.
Pero habrá decisiones que tendrá que tomar sólo el presidente.
—Claro, y las corrientes tenemos que respetar esas decisiones.
Es decir, ¿no habrá una imposición de las corrientes?
—No, incluso creo yo que los miembros del Comité Ejecutivo Nacional que vamos a elegir necesitamos consultarlos con el presidente.
¿Cuáles serían los retos de Basave para relanzar al PRD?
—Un primer reto es la cohesión y la unidad del partido. Eso se logra si tenemos una identidad que compartimos, identidad política, programática, ideológica, de propósitos para el país; esa identidad que no se ha logrado porque estaba sujeta a un personaje. Esa identidad sustentada en un personaje es terriblemente frágil y débil, tan es así que López Obrador, que nos dio identidad durante una etapa, se sale del PRD y entonces parecería que perdemos toda identidad. Otro desafío es que el PRD se convierta en una opción de gobierno, sobre la base que superemos al PRI y al PAN en cuanto a propuestas.
Cárdenas y López Obrador llegaron a ser caudillos del PRD, ¿se han acabado los caudillos en el PRD?
—Pues sí. Esas identidades han desaparecido en el PRD. Por eso necesitamos cambiar esa identidad.
¿Con este relevo se abren tiempos de cambio para el PRD?
—Son tiempos de cambio porque aprendimos la lección de las pasadas elecciones, tuvimos una votación por debajo de las expectativas. Nos fue mal, pero nosotros sí aprendimos y por lo tanto llegamos a la conclusión de que la lección fue fuerte y sería una necedad no atenderla. Necesitamos cambiar, necesitamos renovarnos. Estamos en un proceso serio, de fondo, profundo de cambio y renovación.
¿Las corrientes también?
—Las corrientes vivimos un deterioro, necesitamos dejar de ser receptores de clientelas para convertirnos en corrientes de pensamiento, de opinión, que cuestionamos, proponemos, sugerimos y decidimos democráticamente.
¿En esta nueva etapa, las alianzas son necesarias con el PAN?
—Circunstancialmente, coyunturalmente, específicamente, pero no como una estrategia general. Siempre y cuando las alianzas vayan por una necesidad de cambiar de gobierno, para quitar a una administración priísta que está dañando al Estado y a la gente.
Pongo ejemplos, Veracruz, Quintana Roo e Hidalgo, pero tendrán que ser analizadas por el presidente, por la dirigencia nacional y por los líderes de los estados.
¿Basave y el PRD tendrían que decir “con Andrés Manuel López Obrador ni a la esquina en cuestión de alianzas”?
—La respuesta de él ha sido grosera, indolente y prepotente, podría decir que no quiere ir en alianza, que no le conviene. Andrés Manuel no quiere que prospere.
¿Entonces, ya no le van a rogar a López Obrador?
—No, nosotros necesitamos tener elemental dignidad.
¿Rumbo a 2018, trazan la ruta de alianzas?
—Claro que lo tenemos muy presente. No estoy pensando en hacer una alianza en 2018 con el PAN y otros partidos que tienen visiones programáticas distintas. Con Andrés Manuel tampoco.
¿Van contra corruptos en el PRD?
—En el PRD no debemos permitir actos de corrupción y que queden impunes. Ha sucedido antes eso, ya no debemos permitirlo. Si hay actos de corrupción, deben ser sancionados y terminar con la impunidad.