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A 102 años de su asesinato, el legislador símbolo del Senado es recordado con una guardia de honor, el Himno Nacional y el Toque de Silencio de una banda de guerra de la Secretaría de la Defensa Nacional en la vieja casona de Xicoténcatl, la antigua sede de la Cámara Alta que, por casi desierta, parece mausoleo.
Pasan de las ocho de la mañana. Ya no está la multitud que siempre asistía con el pleno senatorial, los representantes del Poder Judicial y el Presidente de la República, varios de sus secretarios, y la legión de galardonados con la medalla Belisario Domínguez, que encarnaban trayectorias ejemplares en la ciencia, las artes y la actividad política y social.
El presidente del Senado, Roberto Gil Zuarth (PAN), encabeza esta ceremonia acompañado de los integrantes de la Mesa Directiva, que conforman legisladores de todos los partidos como parte de la pluralidad.
También acuden el presidente del Instituto de Estudios Legislativos Belisario Domínguez, el coordinador del PRD, Miguel Barbosa Huerta, y el senador responsable de la conducción de la comisión que dictamina la presea más importante que se otorga sólo a mexicanos, Roberto Albores Gleason (PRI).
Este 7 de octubre sólo hay unos minutos para honrar la memoria del senador Belisario Domínguez.
Tocarán los plenos honores, hasta el momento en que se elija a un galardonado y por ello acudan los tres Poderes de la Unión, aquí a la casona de Xicoténcatl, en el Centro Histórico de la ciudad de México.
En la sede de Paseo de la Reforma, el chiapaneco no es mencionado como parte de su aniversario.
Ahí están los integrantes de la Mesa Directiva, José Rosas Aispuro Torres, Hilda Flores Escalera, Rosa Adriana Díaz Lizama, Luis Fernández Fuentes, María Elena Barrera, Martha Palafox, al pie de la estatua del héroe.
Y cantan el Himno Nacional luego de que han escuchado el redoble de tambores que llama a silencio.
Más tarde, en la sede de Paseo de la Reforma, el legislador chiapaneco Zoé Robledo Aburto (PRD), dice que esperaba que la efeméride de Belisario Domínguez fuera comentada al inicio de la sesión, lo que no ocurre.
Zoé Robledo señala que desde el año 2000, “el PAN no entendió el acto republicano que significaba la entrega de la medalla Belisario Domínguez, precisamente el día de su sacrificio, sin importar la agenda del Ejecutivo, quien venía a presenciar la ceremonia, lo cual se distorsionó”.
Ahora son otros tiempos. La convocatoria indica que las postulaciones llegarán a la Mesa Directiva, de manera que la comisión dictaminadora no ha sesionado, dice Zoé Robledo, “y no tenemos conocimiento de quiénes han sido postulados”.
Roberto Albores Gleason (PRI), asegura en la vieja casona de Xicoténcatl que se registraron 54 propuestas para recibir este año la emblemática medalla Belisario Domínguez, las cuales “estaremos dictaminando a su tiempo y daremos un informe de cuántas mujeres y hombres fueron evaluados y quién será ganador”.
En los últimos cinco años la medalla fue otorgada por el Senado al ex presidente del PAN, Luis H. Álvarez, en el año 2010; un año después la recibió Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano; en 2012 fue recibida por Ernesto de la Peña Muñoz, con carácter de póstuma.
En 2013 también fue otorgada bajo ese carácter al fundador del Partido Acción Nacional (PAN), Manuel Gómez Morín.
El año pasado se entregó al escritor Eraclio Zepeda Ramos, quien falleció el pasado 17 de septiembre.
Pero hasta ayer no había nada en firme para la designación de este año.
Así corren los nuevos tiempos de la entrega de la medalla Belisario Domínguez, el oro de más honor para los mexicanos.
