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El diagnóstico de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) es que México enfrenta una grave crisis en derechos humanos y registra “niveles críticos de impunidad”; sin embargo, el gobierno federal aseguró que este informe no refleja la realidad del país y rechazó el análisis que elaboró el organismo en una visita de cinco días a seis estados del país.
Rose Marie Belle Antoine, presidenta de la CIDH, dio a conocer ayer, en conferencia de prensa, 21 recomendaciones al Estado mexicano, para revertir los problemas “estructurales” que vive el país desde hace décadas.
En respuesta, el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa Cifrián, refrendó el compromiso de México con el sistema interamericano, pero rechazó el contenido de su informe: “No somos ajenos a los retos que nuestro país enfrenta, pero no compartimos que un informe preliminar, realizado en un plazo de cinco días, pueda reflejar la situación general del país. Creemos que este informe preliminar no refleja la situación del país y que se circunscribe a zonas”.
La experta dijo: “la CIDH constató la grave crisis de derechos humanos que vive México, caracterizada por una situación de extrema inseguridad y violencia; violaciones, desapariciones forzadas, ejecuciones y tortura; así como niveles críticos de impunidad”.
Como ejemplo, recordó el 2 de octubre de 1968: “La masacre continúa hasta el día de hoy en la impunidad, sin un número final de las personas ejecutadas o desaparecidas”.
En el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa, urgió al gobierno federal a acatar las observaciones del Grupo Interdisciplinario de Expertos independientes (GIEI), como reorientar la investigación y asignar a un fiscal especial, entre otras.
En rueda de prensa Campa precisó que el caso Ayotzinapa es una situación extraordinaria y que ésta no es el reflejo de todo el país.
El funcionario añadió que “en el caso de México la historia también acredita que las soluciones del país las tenemos que encontrar los mexicanos, las soluciones en donde vengan de fuera a resolvernos, sustituyendo las soluciones de los mexicanos, son siempre salidas fáciles y que conducen al fracaso”.