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Un proceso de selección de candidato del PRI a gobernador de Veracruz “a navaja limpia”, pide el senador Héctor Yunes Landa: “Que no le pongan al gallo de enfrente una navaja más filosa y más grande, y a mí una chueca”. Y propone que el partido aplique el procedimiento de las encuestas para abanderar al aspirante mejor posicionado.

Yunes Landa viene de una confrontación con el gobernador Javier Duarte de Ochoa, en la que el legislador reclama “corrupción galopante” en el gobierno estatal, y el mandatario veracruzano respondió con “una burleta”, lo que motivó una intervención del presidente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera, quien “ha hecho todos los esfuerzos para que no se rompa la unidad del partido”.

Sin embargo, el gobernador Duarte de Ochoa incumple su papel de favorecer la unidad de los priístas, asegura Yunes Landa, cuando su partido se adentra en un escenario difícil de renovación del Poder Ejecutivo estatal, y niega que criticar al gobierno actual implique un deslinde táctico para no arrastrar lastres en una eventual contienda electoral. “He sido autocrítico desde el inicio”, sostiene.

Los señalamientos de Yunes Landa han sido más duros, insólitos en un priísta dirigidos a otro priísta, como advertir que cuando sea gobernador la cárcel será destino de quienes roban dinero público en la actual administración. La respuesta de Duarte de Ochoa han sido “más errores del gobierno, además de que se ha hecho del gobierno del estado una chistocracia que los veracruzanos serios no aceptamos”.

Esto, ¿en qué situación deja al PRI en el proceso electoral de 2016?

—No lo sé. Algunos creen que lastima la imagen de mi partido y otros creemos que no, porque esta posición nos permite dejar claro ante los ciudadanos que no todos los priístas somos iguales, que la mayoría somos serios, responsables, que no estamos de acuerdo en cómo se están llevando las cosas en Veracruz. He dicho que el gobernador no es dueño del partido ni el que más lustre le ha dado, así de claro.

La sociedad veracruzana es altamente politizada y sabe detectar un problema de partido de uno personal, de personalidad, si es una forma de inmadurez política que termina siendo un accidente en Veracruz y que nos está gobernando en este momento.

¿El presidente del partido ha tomado cartas en el asunto?

—Manlio Fabio Beltrones ha hecho todos los esfuerzos para que no se rompa la unidad del partido. Ha estado atento con nosotros, los actores políticos de Veracruz, con ese propósito. Debo reconocer el interés del presidente de mi partido, pero no depende de él lo que se haga en Veracruz.

¿Usted qué le dijo a Beltrones?

—Me llamó para que le informara qué estaba sucediendo. Le dije lo que he dicho: que vemos más presupuesto y más deuda y no vemos infraestructura, no vemos obra pública, y queremos saber dónde está ese dinero y en qué se ha aplicado.

Una semana antes de mi cumpleaños declaré que cuando yo sea gobernador le voy a practicar a los que quieran ser parte de mi gobierno el antidoping y el anti-robin, y que a quienes haya detectado que de administraciones anteriores, incluyendo ésta, hayan robado dinero público, los vamos a pescar y los vamos a detener.

Eso incomodó. La respuesta fue ese chistorete, el día de mi cumpleaños [27 de septiembre], en el que me dan una caña de pescar para que pesque yo peces gordos con esa caña, y me hizo la sugerencia de que lo hiciera ahí cerca de donde era el evento; se refería al estero donde vive mi primo-hermano Miguel Ángel Yunes Linares, que es del PAN, diputado federal, y mi sobrino, Miguel Ángel Yunes Márquez, que es alcalde de Boca del Río.

Yo me sentí agraviado, porque aunque sean de otros colores y sabores, es la familia, y no me parece que esa burleta de la que trató el gobernador de hacerme objeto la debiese yo permitir. Y quise dejar muy clara mi posición.

¿Cuál va a ser su desenvoltura, senador, en los siguientes meses?

—Seguiré trabajando como senador de la República, atendiendo las demandas de los veracruzanos en materia legislativa y de gestión. La gente, más que legislar nos pide que los ayudemos a arreglar una carretera o con pintura para una capilla, arreglar las escuelas, hospitales, viendo la manera de generar empleos en Veracruz. Voy a caminar en mi estado como lo he hecho cerca de 30 años.

¿Habrá que ventilar aspiraciones de quienes quieran ser candidatos a gobernador? ¿Usted cómo se va a desenvolver en esta etapa?

—Seguiré cumpliendo mi tarea como senador y atento a que mi partido determine quién será el candidato. Confío en que mi partido seguirá aplicando el procedimiento de las encuestas. En los últimos años mi partido ha privilegiado los números de cada aspirante para definir quién deba contender. Tiene que ver no sólo con quién es el más conocido, sino quién tiene mayores posibilidades de triunfo en una contienda electoral a población abierta. A eso le apuesto yo.

Los últimos seis años he tenido el privilegio de encabezar todas las encuestas de todas las empresas a población abierta, frente a aspirantes de mi partido y de otros partidos políticos.

Yo demando, pido a mi partido, que siga siendo el sistema de encuestas el que defina quién debe ser el próximo candidato a gobernador por el estado de Veracruz.

Senador, posteriormente a estas cuestiones polémicas, ¿ha habido acercamientos, contactos, entre usted y el gobernador?

—Absolutamente nada. Lo que ha habido es más errores del gobierno del estado. El incremento al impuesto a la nómina [de 2% a 3%], que se justificó con decir que lo que iban a pagar de impuesto por un día los empresarios costaba menos que un chicle. Es decir, en Veracruz es muy dado el titular del Ejecutivo a hacer ese tipo de comparaciones, como cuando aparecían enterrados solamente “frutsis” y “pingüinos”, o cuando equiparó a un diputado federal con un perro chihuahueño que ladraba y no mordía. Se ha hecho de Veracruz, del gobierno del estado, una chistocracia que los veracruzanos serios no aceptamos.

La experiencia amarga

Este priísta, que ofrece cárcel a quienes hayan tomado dinero público, relata: “Nací en la cama de mi mamá, en una casa de madera, y me trajo al mundo una partera”. Estudió posgrados becado en el extranjero, y con más de 30 años de trayectoria política dice que hace tres meses terminó de pagar la hipoteca de su casa de 2.1 millones de pesos, “modesta para un político”.

La entrevista, realizada en la oficina de Yunes Landa en el Senado de la República, concluye con una pregunta sobre la satisfacción mayor en su trayectoria y el momento agrio. Haber sido diputado local “fue la etapa más formativa que tuve”. Y agrega:

“El momento más agrio, cuando mi partido no me dejó registrarme para ser candidato a gobernador; me cerró las puertas y estaba prohibido que los alcaldes, diputados, me recibieran o asistieran a mis eventos. Me dieron la espalda mis correligionarios. Yo no era el candidato del gobernador en turno, era quien actualmente es gobernador.

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