El titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), José Antonio Meade Kuribreña, dejó en claro que no se puede construir un México con prosperidad “si no generamos inclusión”.
“Es muy importante, muy relevante que se generen condiciones de crecimiento y no hay duda de que el crecimiento habrá de ayudarnos a abatir la pobreza”, aseguró el funcionario federal.
Sostuvo que cualquier elemento que impida que el ejercicio del derecho sea pleno, “es un elemento que nos preocupa, que nos ocupa y que impide que la inclusión sea una realidad y en ausencia de esta inclusión que la prosperidad que anhelamos se dé en la velocidad y en los tiempos que queremos”, puntualizó.
Durante la visita que realizó esta mañana a una lechería Liconsa, ubicada en la Colonia Guerrero del Distrito Federal, aseguró que en las zonas urbanas el reto es la construcción de una política pública que tienda a ser cada vez más transversal.
Meade Kuribreña reconoció que la dificultad de focalizar los apoyos en las zonas urbanas es muy diferente que en las zonas rurales, pues incluso la identificación de las zonas “ofrece complejidades”.
“Por lo tanto, trabajar en una política pública que sea más transversal, que por esa vía toque la pobreza urbana, sería claramente una alternativa viable”, añadió.
Reveló que se estudia si hay espacios y forma de focalizar apoyos en las zonas urbanas, “pero estamos identificando en políticas más bien transversales la manera de hacerlo”.
Respecto al programa de Abasto Social de Leche Liconsa, apuntó que éste es una excepción en esa estrategia, en virtud de que tiene presencia en zonas urbanas, donde se atiende a un número importante de familias en puntos céntricos.
Dentro de la estrategia de Liconsa, se ha venido tratando de migrar de las zonas urbanas hacia las rurales, y “se ha modificado la política de atención para que el crecimiento se dé fundamentalmente hacia esa zona”, mencionó.
Destacó que para la Sedesol no hay ninguna intervención más valiosa y más importante que la leche materna, pero como complemento de ésta, y a partir de los seis meses de edad, la proteína se puede llevar al hogar por la vía de Liconsa.
“Es una intervención social que prueba tener valor en el momento en que se otorga, pero además por la vía de mejorar la nutrición, sobre todo entre los cero y cinco años, permite beneficios de mediano y largo plazo en el desarrollo del niño y su capacidad de generación productiva”, enfatizó.
En cuanto al precio de la leche Liconsa, Meade Kuribreña dijo que se ha venido ajustando, de suerte tal que permita esta migración para que el subsidio sea focalizado.
Explicó que Liconsa tiene que balancear dos elementos, por un lado el apoyo que le da a las pequeñas ganaderías, a quienes se les busca dar un precio justo, con ofrecer un precio atractivo también de la leche en las lecherías.
“Así lo ha venido haciendo pero con una política de precios diferenciada, más barato en las zonas indígenas de alta marginación; y muy barato y con un apoyo muy importante en las zonas urbanas”.
A pregunta expresa, mencionó que en el presente año no habrá incremento en el precio del lácteo, “y el año próximo habremos de estar pendientes en revisar que la política de precios permita seguir alineada con los objetivos que pretende Liconsa y se evaluará en su momento”.
tpc