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horacio.jimenez@eluniversal.com.mx
El ex gobernador de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero, aseguró que tiene la conciencia tranquila y no ve ninguna razón para tener temor. A un año de los hechos de Iguala, afirmó que siente rabia por lo que le pasó a los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Al reaparecer después de un año de ausencia en la escena política, Aguirre dijo: “Cuando se tiene la conciencia tranquila, no veo razón para tener temor, más bien tengo preocupación, tengo rabia de lo que sucedió en Iguala con estos jóvenes y evidentemente mi contribución siempre estará orientada para que se conozca la verdad”.
En entrevista en un hotel en el sur de la ciudad de México, donde se reunió con los integrantes de la Comisión Especial de Ayotzinapa de la Cámara de Diputados, el ex perredista y ex priísta rechazó que tenga algún vínculo con la delincuencia organizada y aseguró que su relación con el ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca y su esposa fue completamente institucional.
“Me deslindo en cuanto a cualquier vínculo con algún elemento o grupo de la delincuencia organizada. Dejo muy en claro que mi relación con el señor Abarca y su esposa se dio en el marco institucional cuando acudía en algunas ocasiones a la ciudad de Iguala a inaugurar obras o a supervisar algún programa”, refirió el ex mandatario.
Acompañado de quien fuera su secretario General de Gobierno, Jesús Martínez y su procurador, Iñaki Blanco, Aguirre Rivero dijo que en cuanto fue informado sobre los hechos de Iguala el 26 de septiembre de 2014 instruyó a funcionarios de distintas áreas para atender la contingencia.
“En cuanto fui enterado de los hechos, de inmediato instruí al procurador, al secretario General de Gobierno y al secretario de Seguridad Pública. Desde luego le instruí también al secretario de Salud que se avocara a atender a aquellas personas que requerían de algún auxilio médico”, declaró.
Aguirre dijo que no está inmerso en ningún proceso de investigación y que si las autoridades lo requieren de nuevo, volvería a declarar.
Agregó que con los jóvenes de Ayotzinapa construyó una buena relación y que fue el último gobernador que visitó las instalaciones de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos.
“Tenemos constancia de los apoyos que se les dieron a los jóvenes. Invertimos más de 60 millones de pesos en la remodelación de sus edificios. Les entregué un autobús, un tractor, les incrementé la cuota que se les otorgaba por su alimentación, desayuné con ellos en aquella ocasión, les proporcioné computadoras a los jóvenes de tercer grado y siempre me esmeré para que la Normal de Ayotzinapa fuera más fuerte”, comentó.
Al preguntarle si respalda “la verdad histórica” que difundió el ex procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, dijo: “El procurador hizo un trabajo muy serio y profesional, pero desde luego ha habido otro tipo de elementos que vienen hoy a darle un giro a la investigación. Lo importante es que hay voluntad del gobierno federal para que este tipo de actores coadyuven en la investigación”.
Crimen. El político guerrerense comentó que en su entidad hay una “lucha sangrienta” porque hay presencia de más de 24 grupos criminales, lo que a su vez deja que siga creciendo el número de homicidios.
“Se tiene que visualizar un cambio de estrategia, no basta con que se envíen más policías, no es suficiente que vayan más elementos del Ejército, de la Marina o de la Policía Federal, porque la violencia no se puede contrarrestar con armas.
“Guerrero necesita de programas que verdaderamente le den la oportunidad de empleo a muchos de nuestros jóvenes que después de egresar de algunas de las escuelas en nuestra entidad no encuentran una oportunidad de trabajo”, expuso.
Niega culpa: PAN. En este contexto, la presidenta de la Comisión Especial de Ayotzinapa en San Lázaro, Guadalupe Murguía (PAN), comentó que Ángel Aguirre negó alguna responsabilidad en los hechos de Iguala.
El ex mandatario estatal rechazó que luego de su licencia al gobierno estatal y su renuncia al PRD estuviera ausente, pues explicó que se mantiene presente en Guerrero y en la capital del país. Negó que su carrera política haya finalizado. “Un político termina su carrera hasta que muere. Un político puede hacer política no necesariamente con un cargo público”.
Anunció que pronto lanzará un movimiento orientado a combatir el cáncer cérvico uterino y presumió que ya tiene cinco clínicas en su estado.
Dijo que desde esa trinchera seguirá aportando, sin cargo público, ni partido político, “ahora que están de moda los independientes”.