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Estragia en Línea
La rendición de cuentas, incluida comúnmente en el concepto de “transparencia” , es uno de los componentes esenciales de un “gobierno abierto”, sustantivo, más que adjetivo, que el gobierno federal busca adjudicarse. Tal vez por eso del 5 al 9 de octubre se llevó a cabo en la antigua sede del Senado de la República, la Semana Nacional de Transparencia 2015. Diversos organismos de la sociedad civil, autoridades, académicos e instituciones se reunieron con el objetivo de promover el acceso a la información, discutir las formas, medios y formatos, analizar en conjunto el alcance de la Ley e intercambiar experiencias y avances en torno a los cambios promocionados.
En este contexto, el hashtag utilizado para posicionar el tema en redes sociales fue el de #SemanaNT. Resaltar la temporalidad en lugar del contenido del evento puede deberse a ironía o simplemente a economía de caracteres. El impacto, sin embargo, fue alto. El hashtag fue mencionado 3 mil 921 veces durante la semana mostrando su pico más alto el 5 de octubre, día de la inauguración del evento donde el presidente Enrique Peña Nieto expresó sus deseos de que México avance en este campo para lograr adoptar un nuevo paradigma: el de un gobierno abierto. En su discurso resaltó la intención del gobierno para buscar que los ciudadanos colaboren en la creación y el mejoramiento de servicios públicos.
La transparencia y la democracia son aspectos que en el papel trabajan de forma conjunta. En la práctica hemos visto lamentablemente lo contrario, ambas se fortalecen y se complementan y no se puede pensar una sin la otra. Dicha ley busca principalmente una relación mucho más cercana y directa entre ciudadanos y autoridades; aspecto urgente si se toma en cuenta que, según cifras de Latinobarómetro dadas a conocer el pasado mes de septiembre, México ocupa el último lugar en América Latina con 19% en satisfacción con el funcionamiento de la democracia en el país. Esto resulta una paradoja si se tiene en consideración que México es uno de los países que más invierte económicamente en la construcción de la democracia. ¿En qué consiste tal nivel de desaprobación siendo tanta la inversión económica en organización de elecciones en México? ¿Será que la cantidad de la inversión no es igual a resultados y credibilidad ciudadana? Por tanto resulta fundamental para el gobierno fortalecer los lazos de confianza hacia el sistema que contribuya a la reconstrucción de tejido social.
El tema de la rendición de cuentas y de la transparencia es fundamental considerando que México está pasando por una crisis de representación y de credibilidad no sólo hacia las instituciones políticas, sino de igual forma hacia los partidos políticos. En el marco del evento, el presidente del Senado, Roberto Gil Zuarth, dijo que los partidos políticos tendrán que ajustarse a las obligaciones de la reforma en materia de transparencia. Esto si se quiere volver a recuperar la confianza y el apoyo de los ciudadanos. Para poder aspirar a lo que el gobierno desea, queda mucho trabajo por delante. Resulta imprescindible establecer criterios homogéneos para evitar las asimetrías en el ejercicio de este derecho, así como verdaderamente cooperar y conjuntar esfuerzos de instituciones, ciudadanos, y actores políticos clave para el desarrollo democrático del país.