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juan.arvizu@eluniversal.com.mx
Con la mirada niegan lo que sus oídos oyen. El senador Emilio Gamboa Patrón y el diputado César Camacho, codo a codo, en el salón Protocolo del Palacio Legislativo, así, con la vista, asumen una postura en contra de lo que dice el presidente de la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano, al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Invita el perredista a que el Ejecutivo federal, “como pasa en países de democracias avanzadas, consolidadas, acuda al Legislativo a discutir, deliberar, buscar acordar cosas que tengan que ver con el rumbo del país”.
Nueve años después de que el Congreso de la Unión recibió el Informe Presidencial sin la presencia del jefe del Ejecutivo, cuando la oposición generó un caos en el salón de sesiones, lo que impidió que Vicente Fox rindiera su último mensaje, y a gritos: “¡Entregas y te vas!”, este martes de tormenta el perredista Zambrano ofrece “diálogo de manera civilizada” a Peña.
Osorio Chong atiende las palabras de Zambrano y su sorpresiva propuesta. De frente a las cámaras de televisión y prensa, el presidente del Senado, Roberto Gil Zuarth (PAN), lo único que tiene que hacer es posar inexpresivo y quieto.
Zambrano Grijalva habla de su ronco pecho, sin haberse puesto de acuerdo con los plenos de diputados y senadores o con sus líderes, por la sencilla razón de que el Congreso está en el minuto cero.
Yulma Rocha Aguilar, priísta toda de rojo, cuando sube a tribuna a posicionar al PRI en el contexto político del Poder Legislativo, expresará un extrañamiento a Zambrano por lo dicho a Osorio, que su fuerza política califica como palabras a título personal y partidista, con lo cual, traiciona, dijo enérgica, la oportunidad dada por todos.
Y el PVEM se declara más peñista que el PRI.
Osorio Chong ha entregado el Informe y anexo, caja blanca, y como sus antecesores en esta relación en la que el Presidente de la República está ausente, en el salón Protocolo habla de respeto, diálogo, sumar voluntades, etcétera.
Ha llovido duro. Osorio llega sin lluvia y de salida, a punto de subir a la camioneta que conduce, escucha comentarios del diputado César Camacho, quien le anticipa que el PRI se desmarca de lo dicho por Zambrano Grijalva en falso.
Es el momento de nacer para dos realidades: el primer diputado federal independiente, Manuel Clouthier Carrillo, dirige un mensaje al pleno con la invocación para abrir oportunidades a los derechos políticos de los mexicanos. El hijo habla como el padre y más cuando se refiere a sus interlocutores, “amigos”, les dice, como hablaba Maquío.
También ha nacido la fracción del partido Morena al más puro estilo de sus raíces: toma de tribuna, despliegue de una manta en la que anuncian su primera iniciativa de austeridad, aplausos con estruendo a lo que plantea su coordinadora Rocío Nahle García. Abucheos a los contrarios y, de remate, el retiro del salón de sus 35 legisladores.
Así será. Y lo que despunta es una bancada del PRI en San Lázaro con recursos para reaccionar, como César Camacho, quien aplaude con fuerza cuando Nahle dice que se opondrán al IVA en medicinas y alimentos. El mexiquense ríe de ese discurso, se levanta de su curul y se va al pasillo posterior. Maña parlamentaria ante el oponente.
Dicen que después de la tormenta viene la calma, pero esta vez a la lluvia que encharcó el patio le siguió un cielo quieto y un salón de sesiones a temperatura del infierno.
