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carina.garcia@eluniversal.com.mx
Las corrientes internas del PRD acordaron, por consenso, eliminar el candado de la antigüedad mínima de dos años como militante como requisito para ser presidente, secretario general nacional o estatal de ese partido, y de paso acordaron permitir la reelección inmediata para dirigentes interinos.
Así quedará allanado el camino para que Agustín Basave, diputado federal recién afiliado al perredismo, pueda dirigir a ese partido, al que se afilió el pasado 26 de agosto, siempre y cuando la legalidad y constitucionalidad de las reformas sean avaladas por el Instituto Nacional Electoral (INE).
De acuerdo con el dictamen elaborado por la mesa de Estatutos, que integra a representantes de todas las corrientes de ese partido, más del 90% de las reformas serán por consenso, aunque aún hay algunos disensos.
La nueva redacción de requisitos para dirigir al PRD elevó el requisito de firmas de apoyo, sin embargo, no serán necesarias si se cubre al menos otra de las condiciones.
Planteamiento. En el Estatuto vigente se establece que para dirigir a ese partido se requiere una antigüedad mínima de dos años como afiliado y además cuando menos uno de cuatro requisitos: haber sido integrante de un Comité Ejecutivo (nacional o estatal), de un Consejo, haber ocupado un cargo de elección popular o tener aval de 10% de consejeros nacionales.
Dicho porcentaje representa a 32 consejeros, si se considera que ese órgano está integrado por alrededor de 320 miembros.
La redacción del artículo 256 del Estatuto que será propuesta al Congreso Nacional del PRD, que se reunirá a partir del próximo jueves y hasta el 21 de este mes, indica que para ocupar “cualquier cargo de dirección” dentro del PRD basta “ser una persona afiliada con todos sus derechos vigentes”, estar al corriente en el pago de cuotas y cubrir al menos uno de los cuatro requisitos.
Estos son haber formado parte de un Comité, un Consejo, un cargo de elección popular, pero del PRD —lo cual es el caso de Basave, uno de los aspirantes al cargo— “o contar con el aval del 25% de los consejeros nacionales”, o sea, 80.
Reelección, remoción y designación. En 2013 el Congreso perredista abrió el candado de la reelección para permitir la dirigencia a Cuauhtémoc Cárdenas, quien, sin embargo, no se registró y ahora es ex perredista.
Ahora, sin mayor debate interno, la reelección podrá ser inmediata y no sólo para el presidente, sino para los secretarios de todos los ámbitos que hayan sido interinos.
Además, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) podrá “designar y remover a quienes ocuparan la Coordinación y la Vicecoordinación de la bancada en la Cámara de Diputados y el Senado”.
Hoy los líderes de las bancadas son elegidos en votación directa y en urnas por cada grupo parlamentario.
Además, al asumir un cargo, todo dirigente o integrante de organismo autónomo debe renunciar a su “corriente” durante su encargo.
En cuanto a las sanciones que se puedan llegar a aplicar se plantea que “en casos extraordinarios o de urgencia” el CEN sepa de quejas con pruebas en que un “militante o dirigente” incurra en causales de suspensión temporal o inhabilitación.
