El presidente nacional del PRD, Carlos Navarrete, sometió a discusión del Consejo Nacional de su partido su cargo y el de toda la dirección perredista como medida para transformar a su partido.

En el quinto pleno extraordinario del noveno Consejo Nacional en la Ciudad de México, el líder perredista propuso adelantar el relevo de su dirigencia nacional que inició el 5 de octubre de 2014 y tendría que estar vigente hasta el mismo día del 2017.

Ante 194 de los 402 consejeros nacionales, Navarrete dio un informe de su gestión, en el que advirtió que si no se llega a una transformación integral del Sol Azteca corren el riesgo de una extinción.

"No podemos seguir por el mismo rumbo, ha llegado el momento de una transformación en las filas del PRD y de no hacerlo corremos el riesgo de ir debilitando nuestro proyecto político hasta ponerlo en franca extensión", dijo.

Advirtió también que tendría que llevarse a cabo un relevo ordenado de la dirección nacional y deberán de cambiarse todas las actitudes sin "gatopardismos", ya que no tendría sentido sustituir la dirigencia sin cambiar las prácticas que han llevado al PRD a su peor crisis en su historia.

Reconoció que la salida de Andrés Manuel López Obrador de las filas perredistas fue el inicio de acontecimientos muy adversos que cimbraron al PRD en los últimos tres años.

"Otros hechos ocurrieron en 2014. En Iguala y Cocula, Guerrero, jóvenes fueron asesinados y 43 estudiantes normalistas desaparecidos en una noche terrible que nos indignó en el país y en el mundo. La noche del 4 de Octubre, cuando en este Consejo se elegía a su dirigencia nacional, se descubrieron fosas clandestinas en Iguala que presagiaban el horror que se conocería después.  El hecho de que esos acontecimientos hubiesen ocurrido en un municipio y en un estado gobernados por nuestro partido nos colocó en el centro de la polémica y de la responsabilidad", indicó.

Asimismo, sostuvo que también agravaron la crisis  la renuncia  al PRD de Cuauhtémoc Cárdenas y Marcelo Ebrard, así como una treintena de dirigentes, legisladores, ex funcionarios y alrededor de 700 afiliados que solicitaron ser dados de baja de las filas de nuestro partido.

"Nunca en 26 años habíamos vivido una situación semejante. Esta crisis política que afectó la moral partidaria hubo que enfrentarla con decisión, valentía y convicción. La dirigencia nacional asumió sus responsabilidades, condujo el barco partidario en medio de la tormenta, tomó decisiones de diverso tipo. Algunas de ellas pudieron no ser las mejores, pero se tomaron", aseveró.


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