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Rápida de reflejos, Rosario Robles, con voz potente responde al golpe: “¡No necesito vejigas para nadar, Luis!”, y se le escucha en el amplio salón de sesiones de la Comisión Permanente.
Responde contundente a la solicitud que expresa el senador Luis Sánchez Jiménez (PRD) para que Armando Ríos Piter, quien conduce la comparecencia de Robles Berlanga, deje de permitir las expresiones de la comitiva de la Secretaría de Desarrollo Social, que en la galería aplaude las respuestas de la funcionaria.
“Trajiste porra”, revira el ex alcalde de Ecatepec, vicepresidente del Senado, ante la sonora expresión de los funcionarios de Desarrollo Social, que a partir de ese momento dejan de dar aplausos, y atentos escuchan el resto de planteamientos de la primera ronda, de dos, en la que PAN, PRD y Movimiento Ciudadano reclaman los resultados de la política social que reconocen, por su parte, PRI, PVEM y Nueva Alianza.
Luis Sánchez Jiménez, a nombre de los diputados y senadores perredistas en la Comisión Permanente, descalifica los resultados del sexenio contra la pobreza y la misma exposición de Robles, y de remate le dice: “Le exijo, señora secretaria, que renuncie a su cargo como titular de Desarrollo Social”.
Es la comparecencia de Rosario Robles, programada bajo presión de la izquierda y del PAN, un día antes de la clausura de la Comisión Permanente, y enseguida de la presentación del secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Rogelio Hernández, un técnico que puso el andamiaje de cifras y resultados favorables del sexenio de Enrique Peña Nieto en el tema de la pobreza.
Llega arropada por el PRI. El coordinador de los senadores priístas, Emilio Gamboa Patrón, presidente de la Junta de Coordinación Política, ha ido por Rosario Robles a su oficina en la Sedesol, vecina del Senado. Cruzaron Paseo de la Reforma a pie y entraron a la oficina del político, quien la condujo al salón de la comparecencia.
Gamboa la deja a un lado de Armando Ríos Piter y hace mutis. Lo espera una larga jornada de negociaciones, los amarres necesarios antes de que inicie una Legislatura; el presidente del Senado y de la Comisión Permanente, Miguel Barbosa Huerta, encabeza la plenaria de su grupo en la misma sede senatorial.
La línea de defensa, por parte del PRI, está formada por el senador Manuel Cavazos Lerma y el diputado Alejandro Montano Guzmán, quien remata un resumen de resultados: “Estas acciones contribuyen a romper con el círculo vicioso del hambre y la pobreza transgeneracional”. Y reclama a Luis Sánchez que ha pedido la renuncia de la funcionaria: “No se vale venir a hablar con rencor y pedir renuncias en forma fácil”.
La comparecencia de Robles Berlanga se extenderá poco más de cinco horas. La reunión abre con un exposición de más de 30 minutos de la integrante del gabinete que lleva en la solapa de color hueso, un listón naranja que simboliza el rechazo a la violencia contra la mujer.
Cuidadosa, habla en tercera persona con suavidad, con un tono neutro, y su mirada recorre el área de escaños y le toca mantenerse concentrada en sus ideas, mientras los panistas, como indiferentes intercambian puntos de vista entre ellos. El senador Ernesto Cordero es el centro de las inquietudes de su grupo.
Habla de lo que aqueja a la gran mayoría de la población; señala escenarios con millones de personas, porcentajes, y luego los partidos presentan sus posiciones, seguirán las dos rondas de comentarios. Comparecencia exhaustiva, infinita.