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El profesor René Bejarano Martínez acepta que a casi 27 años de existencia, el PRD no sufre una herida común, sino una embolia que requiere terapia intensiva para salir del shock ocasionado por el colaboracionismo de los sectores perredistas que, incluso, son influidos por el PRI y el gobierno federal.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el líder de la corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN) rechaza la opción de un candidato externo que llegue a relevar a Carlos Navarrete en la presidencia perredista, pues dice, “no hay tiempo para experimentos”.

Aunque sostiene que toda la izquierda pasa por una crisis, señala como principal responsable del problema en el sol azteca a Nueva Izquierda, conocida como Los Chuchos.

¿De qué tamaño debería ser la cicatriz para el PRD herido?

—No es una herida, es una embolia y se requiere terapia intensiva para salir del shock en que se encuentra.

¿Fue un fracaso la gestión de Carlos Navarrete en la dirigencia?

—Se hizo lo que se pudo, dado el grado de dificultad. Esta dirección ingresó en medio de una crisis por los trágicos sucesos de Ayotzinapa, Guerrero. No fue lo deseable el resultado, pero tampoco fue un desastre. Pudo haber sido peor, tuvimos aciertos y errores.

¿Qué dejó de hacer el PRD para caer en esta embolia?

—Yo veo una crisis de las izquierdas donde la crisis del PRD es parte de eso. La crisis de las izquierdas tiene que ver por su falta de atención a los problemas más importantes de la gente, además de que se mueven entre el colaboracionismo que caracterizó a la gestión de Nueva Izquierda o el sectarismo que ahora caracteriza a Morena. Aunado al burocratismo y ciertas dosis de corrupción ha provocado la crisis de las izquierdas y dentro de ellas del PRD.

¿Afectó el Pacto por México?

—Desde mi punto de vista mucho. Le perjudicó al PRD ante la opinión de la gente porque las reformas han perjudicado a la gente. Fue una negociación de Nueva Izquierda con el gobierno y luego sumó a otras corrientes. Cuando Jesús Zambrano firmó el Pacto lo hizo en contra del Comité Nacional. Hubo quien pidió su dimisión, presentaron una queja en la Comisión de Garantías y se presentó una polarización interna a consecuencia del Pacto por México. Eso debilitó al PRD frente a la gente.

¿Nueva Izquierda tuvo toda la culpa de la crisis actual del PRD?

—La responsabilidad principal de ese tema es de ellos; pero no es el único problema, el Pacto propició también las rupturas sucesivas de liderazgos diversos, la política de alianzas, el descuido de organización, la falta de entendimiento interno, eso sumado generó los efectos nocivos.

¿Hay riesgo entonces de que esta renovación sea más de lo mismo?

—Sí, podría ser que no se cambie la línea, no haya renovación generacional, que haya simulación, autoengaño y que se regrese a las alianzas contraproducentes con la derecha. Es demagógico quienes expresan que las corrientes no deben existir cuando formaron parte o forman parte de una corriente. Las corrientes son naturales.

¿Es tiempo de que Nueva Izquierda deje la presidencia del PRD?

—Se demostró que la estrategia política y electoral que tuvieron los líderes de Nueva Izquierda que han estado en el partido desde Jesús Ortega, Guadalupe Acosta Naranjo, Jesús Zambrano y Carlos Navarrete, al partido no lo han colocado en condiciones óptimas y eso debe permitir una alternancia.

¿Quién podría liderar al PRD?

—No quiero personalizar porque todas las propuestas tienen virtudes y todas tienen defectos. Tiene que ser una dirección de consenso.

¿A quién apoyaría IDN para la coordinación en San Lázaro, a Jesús Zambrano o Guadalupe Acosta?

—Hace falta un perfil diferente, no se trata de vetar a nadie, pero sí se trata de renovar la línea y un relevo generacional, pues no podemos inaugurar la etapa de los jóvenes vitalicios. Debemos buscar perfiles más atractivos. Corremos el riesgo de que en la Cámara se haga la versión dos del Pacto por México, son los mismos actores: César Camacho (PRI), Gustavo Madero (PAN), Acosta y Zambrano (PRD).

¿Hay la posibilidad de una apertura a un candidato externo?

—No comparto esa idea, se ha excedido esa propuesta de un externo. No hay tiempo para hacer experimentos.

¿Cómo llegar a un acuerdo con Andrés Manuel López Obrador?

—En la política hay que tener la piel dura para resistir las críticas; si a un lado de Andrés Manuel está Manuel Bartlett que nos hizo fraude en 1988 y ahora quien triunfó en la Cuauhtémoc es Ricardo Monreal, que en la época cuando era diputado se la pasaba defendiendo a Carlos Salinas, y ahí está. ¿Entonces cuál será el problema para que se una con el PRD?

¿Sin López Obrador, el PRD podría ganar la Presidencia en 2018?

—Nadie por sí mismo puede lograr el triunfo de las izquierdas.

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