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José Luis Luege Tamargo, aspirante a secretario general del PAN, en fórmula con Javier Corral Jurado, admite que el partido necesita una sacudida de polvo tremenda, porque tiene un grave cáncer de corrupción al interior y está en la peor crisis de credibilidad en toda su historia.
“Esto está demostrado en los resultados del 7 de junio, en donde llegamos a tener una de las votaciones más bajas y el grupo parlamentario de menor tamaño en los últimos 25 años. Por esa razón yo me decidí a apoyar la campaña, sin pretender estar en la planilla, pero él [Corral] me pidió acompañarlo, pues el secretario general tiene toda la carga de la estructura interna del partido”, asentó.
¿Para qué ser secretario general?
—Yo decidí participar con Javier Corral, porque estoy convencido que el PAN requiere una sacudida de polvo tremenda. Que está en la peor crisis de credibilidad en toda su historia, que está demostrada en los resultados de la última elección del 7 de junio, en donde llegamos a una de las votaciones más bajas y al grupo parlamentario de menor tamaño en los últimos 25 años.
¿Qué necesita el partido?
—El partido tiene un grave cáncer, se ha corrompido, tiene un problema muy serio de corrupción al interior, que lamentablemente se fue dejando pasar por omisiones en el Comité Nacional, del Consejo. Todavía yo siendo consejero, denuncié el tema de los ‘moches’, esta corrupción no viene sólo con [Gustavo] Madero, es de tiempo atrás, pero se ha acrecentado en las dos últimas administraciones, de ahí que yo no lo haya apoyado en la segunda contienda. ¿Cómo es posible que el PAN, que toda su vida luchó por la corrupción, ahora la tenga al interior?
¿Cómo debe ser el papel del secretario, a la sombra del presidente o con autonomía?
—El secretario lleva la administración del partido, la vigilancia de los programas de acción, de todas las secretarías del Comité Nacional y del Consejo. El presidente es la figura pública, el secretario es quien lo cuida. El secretario y el presidente deben estar completamente unidos, no es como en el PRD, que el secretario es el opositor al presidente.
¿La Secretaría podría ser un trampolín para en un futuro ser el presidente del partido?
—En absoluto, eso es quizá uno de los defectos. Las condiciones para ser presidente se van dando, pero no está en mis planes de momento.
¿El secretario debe hacer el trabajo sucio?
—No estaría dispuesto por ningún motivo. No me presto a nada contra la ética, por eso estoy aquí, queremos un PAN que recupere la ética. Yo no toleraría la corrupción que tolera Gustavo Madero.
¿Qué opina de los “moches”, y qué propone para erradicarlos del PAN?
—Nuestra campaña es de denuncia de la corrupción y de tomar todas las acciones contra ello. Si a mí me toca como secretario el problema de los moches, freno el partido, lo paro, tomo acciones y resuelvo el problema. No daría un paso adelante para que se siguiera.
¿Calderonista, maderista, morenovallista o conservador?
—Yo soy panista. A nosotros nos critican miembros del partido por nuestro origen en movimientos católicos, esa es la razón. En circunstancia he apoyado a [Felipe] Calderón, a Margarita Zavala, ahora a Javier Corral, apoyé a Gustavo Madero en su primera elección, pues Calderón quería imponer de último momento a un candidato, nos mandó a Roberto Gil, le di mi voto abierto a Madero y me siento decepcionado.
¿Le gustaría candidato o candidata del PAN para la Presidencia del país en 2018?
—Candidata definitivamente, pero si yo llego a la Secretaría General, seré imparcial, como lo marcan los estatutos del partido.