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El próximo jueves el secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, se encontrará por primera vez con el gobernador de Texas, Greg Abbott, como parte del nuevo impulso para recomponer las relaciones bilaterales.
El encuentro se consolida luego de que el subsecretario de América del Norte de la Cancillería mexicana, Sergio Alcocer, tuviera reuniones previas con Carlos Cascos, secretario de Estado de Texas, y el propio gobernador Abbott, quien asumió su cargo el 20 de enero de 2015.
Durante este periodo hubo un mexicano muerto por policías locales y alertas de viaje emitidas por el Departamento de Seguridad Pública de Texas para sus ciudadanos estadounidenses, así como el reforzamiento de la seguridad pública.
Este intento por mejorar las relaciones se presenta luego de que con el anterior gobierno encabezado por Rick Perry hubiera fricciones por la necesidad de militarizar la frontera con México ante la posibilidad de ingreso de terroristas por su estado.
En marzo pasado el gobierno de Texas se comprometió con el de México a que los cuerpos locales de seguridad realicen una valoración de los protocolos del uso de la fuerza por parte de la policía. Rubén García Villalpando murió el pasado 20 de febrero luego de que un policía le disparara dos veces en el pecho.
“Estamos listos para trabajar con el Departamento de Seguridad Pública”.
Desde ese encuentro, el subsecretario Alcocer aseguró que México y Texas tienen la voluntad de trabajar para que las diferencias bilaterales vayan disminuyendo, por lo que habría conversaciones con el Departamento de Seguridad Pública de ese estado, a fin de precisar, por ejemplo, la información que vierten en sus alertas de viaje a México. La Secretaría de Relaciones Exteriores ha confirmado que este acercamiento marca la intención bilateral de tener una relación lo más constructiva posible.
