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En el PAN todavía hay muchos misterios sin aclarar sobre lo sucedido en la elección del 7 de junio en Nuevo León, nos dicen.
A pesar de que ya pasó casi un mes, algunos todavía no se explican por qué la caída tan estrepitosa de Felipe de Jesús Cantú, el candidato panista a la gubernatura.
Algunos panistas describen a un candidato que inexplicablemente bajó la guardia: dejó de tener contacto con la gente, con algunos núcleos importantes incluso con jóvenes.
Por cuestiones de agenda, nos cuentan, dejó de acudir a reuniones que se le organizaban para ganar votos o al menos para reforzarlo ante sectores que ya eran panistas.
Así, nos detallan, el pretexto en varios encuentros fue que don Felipe no pudo acudir por una u otra razón. Algunos apreciaron que esta falta de interés pudo ser deliberada, o que su equipo compacto no le enteraba de los compromisos.
Conforme avanzaron los días, la situación provocó una mella importante en el resultado electoral, a la par de otras razones, el galopante avance de Jaime Rodríguez “El Bronco” y el apoyo que le brindaron empresarios, la gente del dinero y del poder económico en Nuevo León… y que dejaron de invertir en Cantú.
Los panistas que analizan el caso nos dicen que sería bueno que algún día don Felipe ofrezca sus propias explicaciones, o alguien del partido lo convoque a detallar ¿qué pasó en Nuevo León?
